Pastor (2018) explica que el movimiento
evangélico en Latinoamérica se inició en la segunda mitad del siglo XIX, alentado
por el gobierno de los Estados Unidos con la intención de romper con el antiguo
orden colonial monopolizado por la iglesia católica, introduciendo los valores estadounidenses
en la región y ganando espacios para instaurarse como potencia económica
y
satisfacer así sus propios intereses
De acuerdo a esta autora, para esta conquista
espiritual se requirió la participación activa de los predicadores, los cuales
fueron utilizados por los poderes económicos y políticos de Estados Unidos para
satisfacer sus propios intereses. En consecuencia, los misioneros se aliaron
con compañías comerciales para la apertura de nuevos mercados y la promoción de
sus productos en los países latinoamericanos.
Instaurándose progresivamente el movimiento
evangélico patrocinado y financiado por el gobierno estadounidense, primero en
Chile, en 1910, posteriormente en Brasil y México, en 1914. En 1916, se lleva a
cabo en Panamá el Primer Congreso de iglesias y misiones norteamericanas iniciándose
a través de ellas una evangelización activa mediante la construcción masiva de templos
evangélicos y tele-evangelistas durante los años 50 y 60, anclándose el
pentecostalismo en la zona.
Seguidamente en la medida que las iglesias
evangélicas latinoamericanas fueron ganando autonomía y desvinculándose de los
Estados Unidos, los pastores fueron adaptando los mensajes a las necesidades y
a la cultura latinoamericana, generando formas de religiosidad híbridas que
combinan el catolicismo popular latinoamericano con el protestantismo importado.
Tal como se evidencia en la producción musical que inicialmente era de origen
anglosajón y a partir de los años 80 se transformó en cantos directamente
inspirados por la tradición endógena, los llamados ministerios de
alabanza que adoptan la música local, samba o salsa, salsa-góspel.
El éxito de la proliferación del movimiento
evangélico en la región tuvo su asidero en la influencia creciente de los medios
masivos de comunicación como medio de gran alcance para evangelizar así como a
que las iglesias evangélicas demostraron una mejor capacidad de adaptación que
la iglesia católica, tanto en su mensaje como en sus ritos, consolidando una
oferta religiosa más emotiva y participativa caracterizada por la devoción
popular, el énfasis en los carismas, prácticas de curación y desarrollo de
redes de ayuda mutua que educan, impulsan y cuidan a los fieles, esto por
cuanto, en las comunidades evangélicas se tejen redes de solidaridad,
garantizando a los creyentes protección
y confianza fraternal, en un contexto societal adverso y de pobreza, donde el
Estado es ineficiente e incapaz de dar respuesta a la población en general y a
los sectores vulnerables en particular.
Teniendo participación activa en el ámbito
político en diversos países de la región, al respecto Pastor (2018) asevera que
el movimiento evangélico tiene cada vez más fuerza y probablemente seguirá
creciendo tanto en adeptos como en poder con una agenda provida y contraria al
movimiento LGBT. No obstante, existe una avanzada del nuevo orden mundial y el
movimiento progresista que promueve y patrocina el aborto y el transgénero,
sustentados en la bandera política de la diversidad, tolerancia y aceptación.
Figura 1. Porcentaje actual de evangélicos en Latinoamérica
Fuente:
Lucia (2017)
Fuente:
Iglesia Metodista Libre (IML, 2018)
De acuerdo con la IML (2018) las investigaciones aseguran que para el año 2050 la religión predominante será el islamismo a nivel mundial, evidenciándose que progresivamente la iglesia evangélica se ha replegado a la esfera individual, perdiendo espacios públicos para ser la sal y la luz en medio de la sociedad. Por lo que la iglesia evangélica tiene el desafío de retomar la gran comisión mediante la evangelización, discipulado y formación de la congregación para contrarrestar la falsa doctrina proveniente de movimientos emergentes que tuercen las escrituras.
Referencias
Iglesia Metodista Libre
(IML, 2018). Historia y Teología de la Iglesia Latinoamericana.
Luiz, A. (2015). Ser
evangélico en América Latina. Elementos para un análisis. https://nuso.org/
Lucia, I. (2017). Marcha
de la Iglesia evangélica en América Latina. https://elordenmundial.com/
Pastor, María (2018). El
evangelismo en América Latina, un poder creciente. El caso de Brasil. https://www.ieee.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario