domingo, 27 de noviembre de 2022

Comparación entre el Corazón del Creyente y del No creyente

 

Nohelia Alfonzo

 

Corazón del Creyente

Corazón del No creyente

Este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida (1 Timoteo 1:5)

La dureza que de su corazón separa al no creyente de todo lo que es bueno y espiritual. Su corazón de piedra, es terco, endurecido y obstinado en seguir sus propios caminos

El corazón que agrada a Dios es aquel que cree que Jesús es el Señor y lo confiesa para ser salvo. La fe y la oración son las formas que nos conectan y nos permiten conocer la salvación

“Los que viven según la carne no pueden agradar a Dios” (Romanos 8:8). La naturaleza pecaminosa del hombre, ha ido endureciendo su corazón hasta dejarlo como una piedra

Después de nuestra salvación, se nos concede un nuevo corazón nacido del Espíritu. Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne, para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios. (Ezequiel 11:19-20)

Una persona de corazón duro no puede ver cómo Dios está obrando en su situación, aunque sus familiares cercanos, parientes y amigos se lo digan. Un corazón endurecido no reconoce el “dedo de Dios” (Ex. 8:19).

De este nuevo corazón brota toda clase de deseos para servir y amar a Dios

Es insensible al Espíritu Santo, pues tiene un corazón cauterizado y una mente entenebrecida. Un corazón endurecido no obedece a Dios (Ex. 7:13, 22).

Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames al señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas (Deuteronomio 30:6).

Un corazón endurecido culpa al mensajero en lugar de reconocer su condición (Ex. 10:28).

El Nuevo corazón, entonces, nos libera para responder a las cosas del Espíritu. Se nos pone en contacto con las cosas de Dios y, por consiguiente, podemos responder a ellas.

Cuando una persona se encuentra con el corazón endurecido, es porque no ha dado lugar al perdón. No ha depurado su depósito y ha dejado que los malos sentimientos entren y se queden atesorados en ese lugar»

 

LOS CUATRO CORAZONES

(Lucas 8:4-15)

I. LA SEMILLA JUNTO AL CAMINO (CORAZÓN DURO / LEGALISMO)

-Estos son los que en sus vidas permiten que sus corazones sean duros como el pavimento permitiendo únicamente que reine en su corazón lo superficial de esta vida. Muchos son influenciados por: el empleo, las amistades, las fiestas, la música, familia, entre otros. Los del camino no les penetra la palabra del Señor, sus muchas preocupaciones y prioridades en esta vida no les permite recibir el evangelio. Satanás arrebata la verdad con miles distracciones en esta vida, haciendo que lo malo se vea bueno y lo bueno malo. Satanás quiere quitar importancia a la palabra de Dios, quiere lograr que Jesús no es importante para nuestras vidas y que podemos hacerlo solo. En otras palabras, la semilla fue hollada, y las aves del cielo la comieron. No produce fruto en el corazón del oyente.

II. LA SEMILLA SOBRE LA PIEDRA (CORAZÓN SUPERFICIAL / VIVE DE LAS APARIENCIAS)

Estos son los que tienen poca profundidad de tierra y no tiene suficiente humedad para que se desarrolle una buena raíz. Por lo tanto, pronto caerá.. Son los que oyen un sermón dinámico para sus vidas, lo entienden, lo obedecen y se bautizan; pero, impulsados por el sentimentalismo y no por una convicción firme de obedecer el evangelio. Es una obediencia pasajera sin permanencia. Me ha pasado en circunstancias que he tomado decisiones en la vida apresuradamente sin contar los gastos.  Hay quienes obedecen apresuradamente al Señor sin contar los gastos de continuar siendo un verdadero discípulo. Muchos no quieren llevar la cruz. El viejo hombre aún sigue vivo en sus vidas. Jesús no es primordial en sus vidas. Sus vidas no es una vida de oración y de lectura bíblica. No son activos en la iglesia. A la hora de las aflicciones, las pruebas; toman el camino corto, apartarse del Señor y de su iglesia.

III. LA SEMILLA ENTRE LOS ESPINOS (CORAZÓN AHOGADO / CARNAL)

Los afanes de la vida hacen que absorban lo que van adquiriendo para fortalecerse impidiendo así su crecimiento. El afán aquí no está indicando los vicios que una persona tenga, sino a preocupaciones excesivas tales como: el empleo, la salud, los negocios, la educación, la preocupación por la prosperidad. Todas estas preocupaciones en la vida son superficiales. Está bien en pensar en estas cosas y debemos hacerlo. El peligro está en colocar estas preocupaciones como eje central para mi vida. El engaño de la riqueza es peligroso, la prosperidad es mucho más peligrosa que la pobreza.

IV. LA SEMILLA EN BUENA TIERRA (CORAZÓN FERTIL / VERDADEROS CREYENTES)

A través de las Escrituras y precisamente en el libro de Hechos encontramos quienes tenían buena tierra (corazones fértiles), preparados para recibir la semilla (la palabra de Dios).

a. Los 3.000 de Pentecostés (Hechos 2:41).

b. El Eunuco (Hechos 8: 35-39).

c. Saulo de Tarso (Hechos 9: 18-22).

d. Cornelio (Hechos 10: 33-48).

e. Lidia (Hechos 16: 13-15).

f. El carcelero (Hechos 16: 30-34).

g. Los corintios (Hechos 18: 10).

h. Los efesios (Hechos 19: 1-5).

4. “Estos son los que con corazón honestos retienen la palabra oída y dan frutos con perseverancia”. Estos NO son los que buscan un grupo donde sentirse bien, sino el que se conmovió al oír un sermón, al estudiar con algún hermano, al entender el sacrificio de Cristo en la cruz; y pasa a obedecerle y llevan a otros lo aprendido con perseverancia. Los de buen corazón entienden la palabra, reciben la palabra y la retienen en sus corazones.

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