lunes, 15 de febrero de 2021

Mujeres en la Biblia

 

Mujeres en la Biblia

NOMBRE

CUALIDADES

Eva

Arquetipo perfecto de excelencia femenina. Era magnífica en todo sentido

Sara

De una belleza deslumbrante, de risa continua, la única mujer con quien Dios se comunicó directamente.

Débora

Profetisa, Valiente, Juez

Ruth

Nuera ejemplar, La fe de Rut es simple y transparente. Un servicio humilde y tranquilo, sin macha de orgullo o altivez espiritual. 

Ana

Mujer de fe y de oración, sabía que en la oración había respuesta

María Magdalena

Con un gran corazón, supo hacer una conversión radical de su vida

Marta y María

trabajo y oración

Lidia

corazón hospitalario, protegió en su hogar a los discípulos 

Loida y Eunice

actividad espiritual de la madre, vida fiel, piadosa y de oración, fe no fingida

Dorcas

Expresión del amor cristiano transformado en hechos. Abundaba en buenas obras y limosna

Febe

Diaconisa, benefactora,  integra, generosa, con gran devoción a Dios

Sifra y Fúa

Llenas temor y reverencia hacia el Dios Todopoderoso tomaron una decisión arriesgada, al desobedecer la ley humana y someterse a la ley de Dios, tenía un conocimiento del carácter moral de Dios

María

madre con sabiduría, humildad y prudencia, obediente a Dios y que perseveraba en Oración

Elizabeth

la primera mujer que confesó a Cristo en la carne

Abigail

Mujer juiciosa y de buen parecer y con un recto sentido moral.

Cetura

Esposa que tiene cuidado de una persona de edad. Esto implica devoción, que combina el afecto de esposa con el de madre

Febe

Diaconisa, mujer de integridad, dadivosa y compasiva

Priscila

Mujer de gran fe y valentía

Rahab

Mujer de gran fe, que escondió a los espías

 

 

 

Característica de un Cristiano Agradecido

 

Característica de un Cristiano Agradecido

Jn 9:1-11

Pastor Libardo Sandoval

Pdte. Federación Iglesia Cuadrangular

Introducción

Esta es la década de lo sobrenatural de Dios.

Principios

I. Las cosas suceden para que se haga visible el poder de Dios.

        1. Reconocer que su historia la cambio el Señor

        2. La experiencia que has vivido con Dios nadie te la puede quitar.

II. La Iglesia hace el trabajo que Dios mando (Hch 20:20)

    1. Permanece firme en la palabra de Dios.

    2. Siempre predica la palabra que Dios le dio de arrepentimiento.

III. La Iglesia es la luz del mundo.

     1. Hace hasta lo imposible creyendo que Dios lo va a hacer.

     2. No renuncia ante las dificultades.

     3. Se mueve por el bien de los demás.

IV. La Iglesia obedece

      1. No permite que nadie le arranque su fe.

      2. No busca ser reconocida, sabe que quien tiene que ser honrado es Dios.

Conclusión

      1. La Iglesia será reconocida como gente agradecida que hace la obra del Señor.

      2. El nombre de Jesús por encima de todo.

Sueños, Visiones y Revelaciones

 

Sueños, Visiones y Revelaciones

 

La Sagrada Escritura enseña que Yahveh o El que es, el Yo soy que es el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, y que es el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, es un Dios que habla al hombre también a través de sueños, visiones, y con una voz audible, sin el uso de sueños y visiones. La Sagrada Escritura, de hecho, contiene muchos sueños y visiones dadas por Dios a muchos en la antigüedad, como también muchos casos en los que Dios habló haciendo escuchar una voz. Cuando digo en la antigüedad me refiero tanto al período anterior a la venida de Cristo (para entendernos lo que comenzó a partir de la creación de Adán hasta el nacimiento de Cristo) como al período durante el que Cristo vivió en la tierra y al período después de la venida de Cristo que en cuanto a la Escritura viene en torno al año 90, cuando Juan vio y escuchó en una visión todas esas cosas que escribió en el libro de Apocalipsis.

 

Los sueños

Un sueño divino es un sueño que Dios le da al hombre en ciertas circunstancias mientras está durmiendo. Siendo un sueño entonces se puede recibir solamente mientras se está durmiendo. No existen los sueños despiertos. Estando despiertos, se pueden recibir sólo visiones; o, si Dios quiere, se puede escuchar una voz divina que habla, pero sin ver nada, por así decirlo, al igual que los antiguos profetas de Dios que a menudo escucharon la voz de Dios hablando con ellos mientras estaban completamente despiertos y sin recibir visión. En este caso estamos frente a una revelación. Sin embargo, quiero señalar que de acuerdo a la Escritura una revelación puede ser recibida también por un sueño o visión.

Volvamos a los sueños, todo ser humano sueña cuando duerme, y entre los sueños que él hace pueden haberse algunos que son de Dios, digo pueden porque, obviamente, depende de Dios. Esto es cierto tanto en el caso de los creyentes como en el caso de los incrédulos.

Abram cayó en un profundo sueño en el que Dios le predijo que sus descendientes habrían morado como extranjeros en tierra ajena, y no habrían sido esclavos por cuatrocientos años, y luego Dios habría juzgado a la nación que servían, y después de esta habrían salido con gran riqueza (Véase Génesis 15:12-16).

Dios vino de noche en sueño al rey Abimelec para decirle que la mujer que había tomado, es decir Sara, tenía marido, por lo tanto, la debía restituir a Abraham, y que si él no lo hubiese hecho, habría muerto con toda su casa (Véase Génesis 20:1-7).

Jacob tuvo un sueño mientras iba a Harán, en el que vio una escalera apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo, y los ángeles de Dios que subían y descendían por ella, y Dios le habló también (Véase Génesis 28:10-22).

Mientras que Jacob servía a Labán tuvo un sueño en el que Dios le mostró cómo había visto todo lo que Labán le hacía, y le ordenó regresar a su tierra natal (Véase Génesis 31:10-13).

Dios vino a Labán en un sueño, mientras perseguía a Jacob, y le dijo que no hablara a Jacob descomedidamente (Véase Génesis 31:22-25).

José, hijo de Jacob, tenía sueños en los que Dios le predijo que sus hermanos un día se postrarían delante de él (Véase Génesis 37:5-11).

Mientras que José estaba en prisión en Egipto, el jefe de los coperos y el jefe de los panaderos que habían sido puesto en la cárcel por un mal hecho a Faraón, los dos recibieron en la misma noche un sueño, uno por uno, en el que Dios les predijo lo que pasaría a ellos después de tres días, estos sueños fueron interpretados por José, y las cosas sucedieron de acuerdo a su interpretación (Véase Génesis 40:1-22).

Faraón, mientras que José estaba en prisión, tuvo dos sueños en los que Dios le predijo siete años de abundancia y siete años de hambre; También en este caso, los sueños fueron interpretados por José que el faraón hizo salir de la cárcel para interpretar estos sueños (Véase Génesis 41:1-36).

En el tiempo de los Jueces, precisamente en el tiempo de Gedeón, cuando estaba a punto de saltar sobre el campamento de Madián, Dios le dijo que fuera hacia abajo en el campamento de Madián, y escuchar lo que decían. Él obedeció, y cuando él llegó al campamento, oyó a un hombre decirle a su compañero un sueño que había recibido en la noche en el que vio un pan de cebada que rodaba hasta el campamento de Madián, y llegó a la tienda, y la golpeó de tal manera que cayó, y la trastornó de arriba abajo, y la tienda cayó; Este pan de cebada, de acuerdo con la interpretación dada por el compañero, era la espada de Gedeón en cuyas manos Dios le había dado los madianitas y todo el campamento. Este sueño fue una confirmación por Gedeón que Dios le había dado en las manos el campamento de Madián, y fortaleció sus manos (Véase Jueces 7:9-18).

El rey Salomón tuvo un sueño en el que Dios se le apareció y le pidió que le preguntase lo que quería, y Salomón pidió un corazón sabio (Véase 1 Reyes 3:4-15).

Nabucodonosor, rey de Babilonia, tuvo un sueño en el que Dios le mostró los reinos que se sucederían después del suyo (Véase Daniel 2:1-49), este sueño le fue interpretado por Daniel. Siempre este rey tuvo un sueño en el que Dios le mostró el juicio que ejecutaría sobre él porque su corazón se enalteció (Véase Daniel 4:1-37), también en este caso el sueño fue interpretado por Daniel.

José, el esposo de María, tuvo un sueño justo cuando estaba a punto de dejar secretamente María (porque estaba embarazada), y en este sueño se le apareció un ángel del Señor que le dijo que no se preocupase acerca de tomar a María como esposa, porque lo que estaba en ella fue engendrado por el Espíritu Santo (Véase Mateo 1:18-25).

Los unos magos venidos de Oriente, después de encontrar y adorar al niño Jesús, recibieron un sueño de Dios en el que Dios les dijo que no volviesen a Herodes (Véase Mateo 2:12).

José tuvo otro sueño en el que un ángel del Señor le dijo que huyera a Egipto con María y el niño Jesús y permaneciera allí hasta que él no le había dicho que regresase a Israel (Véase Mateo 2:13-15).

Siempre José mientras se encontraba en Egipto, después de que Herodes murió, recibió otro sueño en el que un ángel del Señor le mandó que regresase a Israel (Véase Mateo 2:19-21). Y una vez de vuelta en Israel, dado que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes, fue divinamente advertido en un sueño y se fue a vivir en Galilea (Véase Mateo 2:22-23).

 

Las visiones

La visión es una manifestación divina en la que Dios de repente hace ver y a veces hasta escuchar cosas. Las visiones pueden ser de noche y de día, es decir pueden ocurrir tanto de noche como de día; No sólo eso, se pueden recibir tanto con los ojos abiertos como con los ojos cerrados. Las visiones escritas en la Biblia son mucho más numerosas que los sueños; voy a mencionar sólo algunas.

Abram recibió una visión en la que Dios le habló y le dijo que su recompensa sería sobremanera grande (Véase Génesis 15:1-3).

Moisés tuvo una visión en Horeb, cuando el ángel del Señor se le apareció y lo envió a Egipto para liberar al pueblo de Israel (Véase Éxodo 3:1-22).

El profeta Isaías vio al Señor de los Ejércitos, sentado sobre un trono alto y muy por encima de la cual había serafines, y Dios habló con él y lo envió a profetizar a su pueblo (Véase Isaías 6:1-13).

El profeta Ezequiel tuvo visiones celestiales en las que vio entre otras cosas los querubines y Dios que estaba sentado en un trono por encima de ellos, y en las que Dios le habló y le envió a profetizar contra su pueblo. En algunas de estas visiones Dios le mostró en visión también las muchas obras abominables que muchos en el medio de su pueblo estaban haciendo (Véase Ezequiel cap. 1-8).

Daniel tuvo varias visiones en las que Dios le predijo los acontecimientos futuros (Véase Daniel cap. 7,8,9,10).

Pedro, Santiago y Juan, mientras estaban en el monte santo, recibieron una visión celestial en la que vieron Moisés y Elías, hablando con Jesús que se transfiguró delante de ellos, y oyeron también una voz del cielo (Véase Mateo 17:1 -13).

Mientras Jesús estaba orando en Getsemaní tuvo una visión de un santo ángel que se le apareció para consolarlo (Véase Lucas 22:43).

Zacarías, el padre de Juan el Bautista, tuvo una visión mientras estaba en el templo, en esta visión un ángel de Dios le predijo el nacimiento de Juan (Véase Lucas 1:5-22).

María, mientras estaba desposada con José, tuvo una visión en la que el ángel Gabriel se le apareció y le predijo que daría a luz un hijo que sería llamado el Hijo del Altísimo (Véase Lucas 1:26-38).

Las mujeres que habían ido al sepulcro para ungir a Jesús tuvieron una visión de ángeles, que les dijeron que Jesús había resucitado de entre los muertos (Véase Mateo 28:1-7; Marcos 16:1-7, Lucas 24:1-12).

Saulo de Tarso, llamado Pablo, en su camino a Damasco para arrestar a los santos y traerlos encadenados a Jerusalén, tuvo una visión celestial en la que Jesucristo se le apareció y le habló constituyéndolo su ministro (Véase Hechos 9:1-6; 22:6-10; 26:12-19).

Pablo, mientras era ciego en Damasco, mientras oraba vio en una visión un hombre llamado Ananías, que entraba en la casa donde se encontraba y le imponía las manos para que recuperase su vista (Véase Hechos 9:10-16). Siempre Paul, mientras oraba en el templo de Jerusalén, le sobrevino un éxtasis y vio a Jesús que le habló (Véase Hechos 22:17-21). Pablo durante su segundo viaje misionero, mientras que estaba en Troas, en la noche tuvo una visión en la que un hombre de Macedonia le rogaba que fuese a Macedonia y que los ayudase (Véase Hechos 16:9-10). Pablo en Corinto tuvo en la noche una visión en que el Señor le habló y le dijo que no tuviera miedo y que siguiese hablando sin callarse porque nadie le pondría la sobre él para hacerle mal (Véase Hechos 18:9-10). Pablo mientras estaba en el barco que lo llevaba a Roma tuvo una visión de un ángel que le habló y le dijo que él no tenía que temer, porque Dios le había dado a todos los que estaban con él (Véase Hechos 27:21-25).

Cornelius, que en ese momento aún no era salvado, un día, mientras oraba, vio en una visión un ángel del Señor que le dijo que enviara a llamar a Pedro, que le hablaría de las cosas por las que él y su familia se salvarían (Véase Hechos 10:1-8; 11:13-14).

 

La interpretación de los sueños y de las visiones

Hay sueños y visiones de Dios que deben ser interpretados con el fin de ser entendidos. Esto se confirma en gran medida por la Escritura.

Estos son algunos ejemplos de sueños bíblicos que necesitaban ser interpretados en la antigüedad. Los sueños que tuvo José sobre sus hermanos y de los que sus hermanos inmediatamente entendieron su significado cuando José se les dijo (Véase Génesis 37:5-10), los sueños que tuvieron el jefe de los coperos y el jefe de los panaderos acerca de lo que les ocurriría después de tres días (Véase Génesis 40:1-23) y que fueron interpretados por José; los sueños que tuvo Faraón acerca de los siete años de abundancia y siete años de hambre (Véase Génesis 41:1-32), que fueron interpretados por José; el sueño que tuvo aquel madianita acerca de la inminente victoria de Gedeón sobre los madianitas y que su compañero interpretó (Véase Jueces 7:13-15); el sueño que tuvo el rey Nabucodonosor sobre el juicio de Dios que habría caído sobre él (Véase Daniel 4:1-27), que fue interpretado por Daniel; el sueño que siempre tuvo Nabucodonosor sobre los reinos venideros (Véase Daniel 2:29-45) y que siempre Daniel interpretó.

Ahora llevamos ejemplos bíblicos de visiones que tuvieron la necesidad de ser interpretadas. La visión de las dos cestas de higos recibida por el profeta Jeremías (Véase Jeremías 24:1-10), cuyo significado le fue explicado por Dios; la visión del carnero y el macho cabrío recibida por el profeta Daniel (Véase Daniel 8:1-25) y que le fue explicada por el ángel Gabriel; la visión del candelabro de oro y los dos olivos recibida por el profeta Zacarías (Véase Zacarías 4:1-14.), que le fue explicada por un ángel del Señor; la visión del varón macedonio que pedía ayuda de Pablo en Troas (Véase Hechos 16:9-10) en la que Pablo y sus compañeros recibieron la comprensión por Dios concluyendo que significaba que Dios quería que ellos predicasen el Evangelio en Macedonia; y la visión de la gran hoja llena de reptiles, cuadrúpedos y aves de todo tipo recibida por Pedro en Jope, donde Dios le dijo que matase y comiese (Véase Hechos 10:9-16), y que Pedro entendió poco después, porque cuando llegó a la casa de Cornelio, que era Gentil, dijo: “Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo” (Hechos 10:28).

Como se puede ver, todos estos sueños y estas visiones fueron interpretadas, y su interpretación resultó cierta.

 

Las revelaciones

Ahora, cuando Dios dirige su palabra a alguien, pero no en un sueño o una visión, sino simplemente haciéndole escuchar una voz audible, se está en presencia de una revelación.

Algunos ejemplos bíblicos son lo del profeta Elías cuando, mientras estaba en Horeb, vino a él la voz de Dios que le dijo: “¿Qué haces aquí, Elías?” (1 Reyes 19:13), a lo que respondió, y que después llegó a decirle que se fuera a Damasco para que ungiese a Hazael por rey de Siria, y Jehú por rey de Israel, y a Eliseo por profeta en su lugar (Véase 1 Reyes 19:15-18).

Otro ejemplo es el del antiguo profeta en Bethel que con una mentira había hecho volver un hombre de Dios (haciéndolo desobedecer a Dios), y que mientras estaba comiendo en la mesa con este último, Dios le habló y le predijo su juicio contra el hombre de Dios que había vuelto (Véase 1 Reyes 13:20-22).

Esta manifestación estuvo muy presente en la vida de Moisés, al cual muchas veces Dios habló su palabra, como un hombre habla con otro hombre. Esteban dijo que Moisés “recibió palabras de vida que darnos” (Hechos 7:38).

El evangelista Felipe tuvo una revelación mientras estaba en la carretera que conduce de Jerusalén a Gaza; cuando vio el eunuco en su carro, en ese momento el Espíritu le dijo: “Acércate y júntate a ese carro” (Hechos 8:29).

El apóstol Pedro tuvo una revelación después de haber recibido esa visión en éxtasis a Jope, donde vio algo semejante a un gran lienzo descender desde el cielo en el cual había de todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo. Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come, y a su rechazo la voz le dijo que no llamase común lo que Dios limpió. Mientras que él estaba pensando en la visión, de hecho, dado que habían llegado a la casa donde estaba hombres enviados por Cornelio (quien habían preguntado si Simón, llamado Pedro estuviese allí), el Espíritu le dijo: “Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan. Levántate, pues, y desciende y no dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado” (Hechos 10:19-20).

En Antioquía, mientras Bernabé, Simón llamado Níger, Lucio de Cirene, Manaén hermano adoptivo de Herodes el tetrarca, y Saulo “Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado” (Hechos 13:2).

Pablo dice a los Gálatas: “Después, pasados catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando también conmigo a Tito. Pero subí según una revelación, y para no correr o haber corrido en vano, expuse en privado a los que tenían cierta reputación el evangelio que predico entre los gentiles” (Gálatas 2:1-2).

 

La palabra de sabiduría, palabra de conocimiento y discernimiento de espíritus

Cuando se trata de sueños, visiones y revelaciones, es necesario hablar de estos tres dones del Espíritu Santo, que son los dones de revelación (Véase 1 Corintios 12:8-10). ¿Por qué esto? Debido a que estos dones se manifiestan por sueños, visiones y aún con una voz escuchada.

La palabra de sabiduría es la revelación de un hecho que debe tener lugar (el nacimiento o la muerte de alguien, la boda de alguien, hambruna….), O de una orden dada por Dios a alguien (ir a un determinado lugar, hacer una cosa en particular….).

La palabra de conocimiento es la revelación de un hecho ya ocurrido (una mentira contada por alguien, un robo cometido por alguien….).

Y el discernimiento de espíritus es la revelación de la presencia de espíritus malignos en alguien o sobre alguien o en algún lugar.

Por lo tanto, cuando el Señor en un sueño o una visión o por una voz audible predice un evento especial, nos encontramos frente a la revelación de la palabra de sabiduría. Cuando el Señor revela siempre en un sueño o una visión o por una voz audible algo que ya pasó, tenemos la revelación de una palabra de ciencia. Y cuando el Señor hace ver en un sueño o visión los espíritus malignos hacer alguna obra mala, o listos para hacerla, nos encontramos frente al discernimiento de los espíritus.

 

La utilidad de los sueños, las visiones y las revelaciones

Todavía hoy en día Dios da sueños, visiones y revelaciones, esto es confirmado por la Escritura que dice QUE EN LOS ÚLTIMOS DÍAS “VUESTROS ANCIANOS SOÑARÁN SUEÑOS, Y VUESTROS JÓVENES VERÁN VISIONES” (JOEL 2:28), y por lo que dice a los santos: “ASIMISMO, LOS PROFETAS HABLEN DOS O TRES, Y LOS DEMÁS JUZGUEN. Y SI ALGO LE FUERE REVELADO A OTRO QUE ESTUVIERE SENTADO, CALLE EL PRIMERO” (1 Corintios 14:29-30). Por otro lado, si Dios dice que Él no cambia (Véase Malaquías 3:6) no puede ser de otra manera.

Ahora bien, si en relación con los sueños, visiones y revelaciones escritas en la Biblia que tuvieron los antiguos y que he mencionado anteriormente, les hiciera la siguiente pregunta: “¿Tuvieron utilidad los sueños, las visiones y las revelaciones para aquellos a los cuales el Señor se les dio?”, estoy seguro que la respuesta sería: “¡Por supuesto!”. Bueno, entonces, continúo, si en ese momento fueron útiles para los antiguos, sin duda los sueños, visiones y revelaciones de Dios también serán útiles para aquellos a los cuales se les dan hoy en día, según el puro afecto de la voluntad de Dios. ¿No les parece lógico? Sería de hecho absurdo decir que esos acontecimientos de Dios eran útiles sólo en ese momento y para algunas personas, pero hoy en día ya no pueden ser de utilidad para nosotros.

Pero mediten un poco acerca de estas cosas, vamos a decir que un creyente cometa encubiertamente un robo u otro pecado y que Dios revele a otro creyente su pecado oculto y esto lo amonesta fraternalmente para que se arrepienta; ¿no creen que el creyente que ha hecho el daño deberá reconocer que Dios es un Dios que sabe todo y que de Él no podemos hacer una burla y se sentirá atraído para arrepentirse ante Dios y para confesar su crimen? Y digamos que los padres pierdan a su hijo y, después de haber hecho todo lo que podían para encontrarlo un día Dios les revele donde está el pequeño ¿No creen que irán a ser felices y tendrán razón para alabar a Dios en gran medida? También tomemos el caso de una mujer que no puede tener hijos, y después de treinta años de matrimonio, Dios le revela que quedará embarazada y dará a luz un varón; ¿no creen que Dios será glorificado por medio de esta revelación? ¿Quién hubiera pensado que esa mujer daría a luz un hijo? Sólo un Dios que todo lo sabe y todo lo puede podría anunciar una cosa similar. ¿Y si Dios revela que un creyente ha sido llamado a ser o un apóstol o un profeta o un evangelista, o un pastor o un maestro? ¿No creen que aquel creyente recibirá algo bueno, y será llevado a glorificar a Dios? Y si Dios revela a un creyente que habrá una hambruna en el corto tiempo y que no hay señales de que algo así pudiera ocurrir en este país, ¿no creen que Dios será por ella glorificado? ¿Y quién podría haber predicho tal cosa fuera de Dios? Y lo mismo hay que decir de la predicción de una guerra.

Podría seguir haciendo muchos otros ejemplos, pero espero que entiendan que cada palabra de sabiduría y ciencia son útiles y a través de ellas Dios es exaltado y temido. ¿Pero no es cierto que nosotros, leyendo esas revelaciones en la Biblia y que tratan acerca de un crimen cometido en secreto por una persona y que Dios ha revelado a su siervo, o que se relacionan con la predicción de una hambruna, de una guerra, de un juicio particular de Dios, del nacimiento de un hijo, de la llamada al ministerio de alguien, estamos llevados a exaltar a Dios y a temerle? ¿No es verdad que esas revelaciones exaltan y demuestran el conocimiento, la sabiduría, el poder y la grandeza de Dios?

Por lo tanto, es justo y normal que un creyente desee recibir sueños, visiones del cielo y revelaciones divinas, porque estas cosas no pueden que ser útil para él y para los demás. No es en vez justo y no es normal que un hijo de Dios no desee en lo más mínimo recibir un sueño, una visión o una revelación. Voy a decir más, es muy preocupante que no exista este deseo en un creyente, porque como ya he dicho antes los dones de palabra de sabiduría, palabra de ciencia y discernimiento de espíritus son los dones espirituales que se manifiestan de esta forma, eso significaría que él no desea estos dones espirituales como Pablo en lugar ordena, como está escrito: “Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia” (1 Corintios 14:12), y también: “Procurad, pues, los dones mejores ” (1 Corintios 12:31), y otra vez: “Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis” (1 Corintios 14:1). Pero yo les digo: “Si estos dones son distribuidos por el Espíritu Santo para el bien común, ¿cómo se puede no desearlos?”

 

Algunas palabras de advertencia

Como sucede en el mundo que las cosas de valor son falsificadas por personas sin escrúpulos para venderlas al precio de las verdaderas y así enriquecerse deshonestamente; como sucede en el mundo que gente deshonesta falsifica los billetes reales con el fin de enriquecerse deshonestamente; y por supuesto todos los que aceptan sus productos falsificados y sus billetes falsos, son engañados porque van a tener en sus manos cosas que no son auténticas; digo, como esto ocurre en el mundo, así sucede en el mundo que el diablo que es un mentiroso y el padre de la mentira, él también falsifica los sueños, las visiones, las revelaciones, es decir, se produce las suyas para que se acepten como verdaderas y así pueda engañar a las personas que les creen, sí, porque cualquier sueño o visión o revelación que procede del diablo engaña y no sirve para nada. El ladrón dijo Jesús, no viene sino para hurtar y matar y destruir (Véase Juan 10:10), y puesto que el ladrón es el diablo, desde luego, él no puede buscar el bien de cualquier persona con estos sus engaños. En el mundo abundan las mistificaciones hechas por Satanás, las religiones orientales, la religión católica están llenas de estos engaños, así como el Mormonismo, el Judaísmo….

Pero también las mistificaciones existen entre el pueblo de Dios, no hay nada nuevo bajo el sol para utilizar una expresión bíblica, incluso en tiempos de Jeremías habían falsos profetas que engañaron al pueblo de Israel profetizando sueños mentirosos, diciendo que habían visto cosas que no habían visto y escuchado palabras de Dios que nunca había pronunciado (Véase Jeremías 23:9-40). Pero no por eso, en ese tiempo todos los profetas que decían que Dios les había hablado, decían el falso, porque habían profetas fieles a Dios, como Jeremías, por ejemplo, que relataban sólo lo que realmente escuchaban o veían. Digo esto para hacerles saber que el hecho de que hay personas que inventan sueños, visiones y revelaciones, no quiere decir que no hay personas que realmente han recibido un sueño, una visión o una revelación de Dios. De hecho sería como decir que, si fuese así, que hoy en día hay sólo mentirosos, que hombres que dicen la verdad a sus vecinos ya no existen; sería como decir que todos los que dicen que han recibido un sueño o una visión o una revelación de Dios, mienten en contra de la verdad, están hinchados de vanidad, son falsos. ¿Se puede decir una cosa así? Por supuesto que no, como no se podía decir en los días de los antiguos profetas y apóstoles, días en los que les recuerdo que el diablo todavía engañaba, mistificaba, y buscaba el mal de las personas. ¿Tal vez alguien quiere afirmar que el diablo en los días de los profetas o los apóstoles, actuaba de una manera diferente no mistificando nada parecido a lo que hizo Dios? ¿O tal vez alguien quiere afirmar que el diablo en aquellos días era un amigo de los santos y no su enemigo? No lo creo. Así que, si aun en aquellos días, a pesar de que el diablo engañase como siempre lo ha hecho desde el día en que engañó a Eva con su astucia, había aquellos a quienes Dios hablaba en verdad, a quien Dios les daba sueños, visiones y revelaciones, lo mismo debe suceder hoy después de tanto tiempo.

Pero vamos a ver ahora cómo discernir los sueños falsos, las visiones falsas y las falsas revelaciones, porque tenemos que guardarnos de estos engaños.

En primer lugar, vamos a hablar de esos sueños, esas visiones y revelaciones que son predicciones de eventos futuros. Cuando una predicción no se cumple no fue hecha por el Espíritu, fue hecha por presunción. No importa como se le ha recibido, si no se realiza es falsa. El Señor le dijo al pueblo de Israel: “Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?; si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él” (Deuteronomio 18:21-22). En particular, me gustaría advertirles acerca de todas esas revelaciones acerca de la venida del Señor, que regularmente salen, y que pretenden establecer los tiempos y los momentos de su venida. Rechacenlas, son imposturas.

Vamos a hablar ahora de esos sueños, esas visiones y revelaciones que pretenden consolar y animar. Si a través de ellas quien las pronuncia alienta a los pecadores, los rebeldes, los impíos y los mentirosos, para hacer el mal y a no convertirse de su mal camino y seguir la justicia y la verdad, ese sueño o visión o revelación debe ser rechazada porque Dios con Su palabra no fortalece las manos de los pecadores para que hagan el mal (Véase Jeremías 23:16-22). Él reprende y reprueba a los rebeldes, y no los lisonjea en absoluto. El Señor a través de Ezequiel dijo a los impíos: “Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?” (Ezequiel 33:11), y no: “Iréis a tener paz, ningún mal caerá sobre vosotros!”, como en cambio pretendían hacer decir a Dios los falsos profetas (Véase Jeremías 23:17).

Ahora vamos a ver esos sueños, esas visiones y revelaciones que pretenden revelar un secreto. Es obvio que si alguien viene a mí y dice: “Hermano, Dios me ha mostrado en visión que has robado diez millones a ese hombre, Arrepiéntete, pues, de tu culpa!” cuando yo a aquel hombre ni siquiera lo conozco, no tengo ninguna dificultad en discernir que esa revelación es falsa. Así que cualquiera que “revele” una mentira, no debe ser escuchado. Nuestro Dios no puede mentir, por lo tanto no puede revelar mentiras (Véase Tito 1:2). En la Escritura, todas las veces que Dios ha revelado una mala obra de alguien la cosa era verdadera, por ejemplo, cuando Eliseo reprobó por Dios a su siervo Giezi para aceptar regalos de Naamán dijo la verdad (Véase 2 Reyes 5:20-27); y así también cuando Pedro reprendió Ananías y Safira porque mintieron al Espíritu Santo dijo algo que realmente sucedió (Véase Hechos 5:1-11).

Tratamos ahora todos esos sueños, esas visiones y revelaciones de los que pretenden añadir algo a la Palabra de Dios, en el sentido de que dicen que para ser salvados hay que creer algo diferente a lo que está escrito en la Biblia, ya que no está completa. Son mentiras creadas por el diablo, la Sagrada Escritura de hecho contiene todo lo que uno tiene que creer para ser salvos. La salvación viene sólo a través de la fe en Jesucristo por la gracia de Dios. No hay otro profeta en el que hay que creer para ser salvos, en el que hay que creer más que en Jesús si se desea escapar de la ira venidera. Jesucristo nos libra de la ira venidera, los que creen en él y siguen sus pasos hasta el final serán salvados. Cuando el carcelero preguntó a Pablo y Silas lo que debía hacer para ser salvo se le respondió con franqueza: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa” (Hechos 16:31), también hoy en día la misma pregunta tiene la misma respuesta. La respuesta que debemos dar no ha cambiado. Tengan cuidado de ustedes. Así que si alguien viene a decirles que Dios ha revelado a uno u otro la “plenitud del evangelio” que no está escrita en la Biblia amonéstenlo y tengan cuidado con él, es un engañador, un charlatán, un falso profeta.

Finalmente vemos esos sueños, esas visiones y revelaciones que dicen que ciertos preceptos ya no tienen que ser observados porque obsoletos, o tal vez algunos que han sido abolidos deben ser observados. Voy a hacer unos ejemplos explicativos. Si un creyente les dice que Dios le reveló que la mujer puede ser un pastor, él quiere engañarles porque la Escritura no permite a la mujer enseñar, y luego de recubrir esto ministerio (Véase 1 Timoteo 2:11-12); como quiere engañarles también los que dicen que Dios le ha dicho que la mujer, cuando ora o profetiza, no debe cubrirse más la cabeza con velo, y esto se debe a que la mujer, desobedeciendo a esta orden afrenta al hombre (Véase 1 Corintios 11:5): quiere engañarles los quien les dice que Dios le ha dicho que una mujer divorciada puede casarse de nuevo, y eso es porque sólo la muerte disuelve el vínculo matrimonial (Véase 1 Corintios 7:39); quien les dice que Dios le ha dicho que se puede fornicar, y esto porque está escrito que debemos huir de la fornicación (Véase 1 Corintios 6:18); y quien les dice que se pueden comer la sangre, lo sacrificado a ídolos, el ahogado, y esto se debe a que estas son cosas de las que hay que abstenerse para nuestro bien (Véase Hechos 15:28-29). Y también les quieren engañar quien les dice que Dios le reveló que debemos observar el sábado, y eso es porque el sábado es una sombra de lo que estaba por venir (Véase Colosenses 2:16-17); los que dicen que Dios le reveló que no hay que comer carne de cerdo y esto es debido a que Jesús hizo puros todos los alimentos (Véase Marcos 7:19); quien les dice que el matrimonio debe evitarse porque es dañino, ya esto se debe a que la Escritura dice que, a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido (Véase 1 Corintios 7:2). Y podría seguir haciendo muchos más ejemplos.

Al decir esto, reiteramos que la Escritura no puede ser quebrantada por ningún sueño, visión o revelación, y que permanece siempre, por todas partes y de todos modos la autoridad final en materia de doctrina y conducta. Siempre tenemos que hacer referencia a la Biblia, siempre debe ser examinada para ver si las cosas que se dicen son ciertas.

Así que con todos estos sueños, visiones y revelaciones hay que tener cuidado, no debemos asimilarles, sino tenemos que refutarles vigorosamente.

Otra cosa que quiero decir es que tengan cuidado con todos los creyentes que sólo les hablan de los sueños falsos, visiones falsas y revelaciones falsas y que nunca les hablan de los sueños verdaderos, visiones verdaderas y revelaciones verdaderas. Esto lo hacen, y ustedes lo van a entender pronto, para disuadirles de la búsqueda de los sueños, visiones y revelaciones verdaderas. Estoy de acuerdo en decir y reconocer que hay manifestaciones falsas en este campo, como se puede ver en el hecho de que yo pongo en guardia de las cosas falsas. Sé muy bien que estas cosas existen, pero si hay cosas falsas hay necesariamente las verdaderas que no pueden hacer mal, y por lo tanto estas últimas deben ser buscadas, de lo contrario nos haríamos el juego del diablo que quiere precisamente eso: mantener lejos los creyentes de las cosas verdaderas que vienen de Dios. Por lo tanto guárdense de la astucia del enemigo de sus almas.

 

La guía de Dios

Por último, quiero decirles que nosotros los hijos de Dios, para comprender la voluntad de Dios para con nosotros, no debemos siempre esperar un sueño o una visión o una revelación porque Dios no ha decretado para dirigirnos exclusivamente de esta manera. Ciertamente, en algunos casos, Dios revelará ciertas cosas de esta manera, pero en muchos, muchísimos otros casos, Él nos guiará a través de la Sagrada Escritura que es una lámpara a nuestros pies y lumbrera a nuestros caminos. Lo que la Palabra de Dios nos ordena debemos hacerlo sin preguntar y sin pedir una revelación particular. Por ejemplo, si vemos a un hermano en necesidad, y tenemos lo necesario para ayudarlo tenemos que ayudarlo, no necesitamos ni un sueño ni una visión para hacerlo, porque esto el Señor lo ha ordenado ya. Otro ejemplo, si un joven quiere casarse, no necesita un sueño o una visión para saber si un creyente puede casarse con una chica incrédula, porque la Escritura dice ya que esto no se debe hacer. Y se podrían citar muchos otros ejemplos.

Dios nos guía a través del Espíritu Santo que está en nosotros, es decir empujándonos a hacer o no hacer algo por medio de claros impulsos o frenos que vienen del Espíritu de Dios; digo claros porque se pueden sentir en nuestro corazón de una manera clara, siempre, por supuesto, que se conduzca una vida sobria, justa y santa ante los ojos de Dios, porque de lo contrario se pierde la sensibilidad para discernir la guía espiritual del Espíritu. Esta guía del Espíritu, por supuesto, confirma plenamente lo que la Escritura enseña y no le va en contra, pero sobre todo está en armonía con la voluntad de Dios para con nosotros. Un ejemplo bíblico de esta guía es el de Pablo y sus compañeros durante su segundo viaje misionero, como está escrito: “Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió” (Hechos 16:6-7).

Otra forma en la que Dios nos guía es a través de las circunstancias que él crea y cambia según Su voluntad en nuestras vidas. En este caso nos encontramos en ciertas situaciones y lugares para el decreto de Dios, independientemente de nuestra voluntad. A veces, sin embargo, no nos damos cuenta de inmediato que esas circunstancias particulares que se han producido han sido ordenadas por Dios para nuestro bien y para guiarnos en una cierta dirección que deseaba, o en un lugar que Él quería, de todos modos una cosa es cierta, tarde o temprano lo entenderemos muy claramente. Recuerden lo que Jesús dijo a Pedro: “Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después” (Juan 13:7), debido a que estas palabras se dirigen a cada uno de nosotros cuando inicialmente no entendemos un cierto hecho que parece inútil, catastrófico y más. Un ejemplo evidente de esta guía es el de José después que fue odiado por sus hermanos, fue por ellos vendido como esclavo a Egipto, y injustamente encarcelado, pero liberado de Faraón y fue hecho gobernador de Egipto; todo esto le sucedió para que Jacob y su familia se fueran a Egipto, y para mantenerlos vivos durante la hambruna, y para que Israel morase en Egipto (Véase Génesis cap. 37-50). Otro ejemplo es el de Saúl que Dios envió al profeta Samuel usando los asnos de su padre haciéndoles dispersar y el siervo de Saúl quien le aconsejó que consultase al profeta Samuel para saber dónde estaban los asnos (Véase 1 Samuel 9:1-24).

 

Algunas palabras de aliento

Hermano, quienquiera que seas, sabe que Dios es un gran Dios y para Él nada es demasiado difícil, es un Dios que revela los misterios aún hoy en día, es un Dios que predice eventos futuros, también hoy en día. Tal vez tu pastor te ha dicho que Dios no actúa más de esta manera, te ha dicho una mentira porque si ese fuera el caso, significaría que Dios ha cambiado, y esto no puede ser verdad porque Él dijo que no cambia (Véase Malaquías 3:6). Tu pastor no conoce las Escrituras ni el poder de Dios, se equivoca mucho.

Por mi parte, quiero animarte a buscar el rostro del Señor, Él está dispuesto a hablarte si tienes necesidad de recibir por Él una palabra en particular que nadie te puede dar.

Ten plena confianza en la promesa de Dios que dice: “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” (Jeremías 33:3); quien la hizo es el Fidel, el Verdadero, El que no puede mentir. Tómalo en palabra, nunca te decepcionará. No te estoy diciendo que debes pedir a Dios un sueño o una visión por todo lo que tienes que hacer, porque somos llamados a caminar por fe y no por vista (Véase 2 Corintios 5:7), pero sólo que si tienes necesidad de una revelación especial en una circunstancia particular en tu vida sabe que Dios está dispuesto y capaz de dartela. Yo te puedo decir que el Señor, cuando he tenido necesidad de una revelación, en su fidelidad y bondad me la dio. Y puesto que Dios no hace acepción de personas de cualquier tipo, te puedo decir que lo va a dar a ti también, si te acercas a Él con sinceridad, con un corazón puro, y con fe. Que el Señor te fortalezca, te ayude, te proteja y te dé lo que tu corazón desea.

 

Métodos y Técnicas de Estudio Bíblico

 

Métodos y Técnicas de Estudio Bíblico

                                                                                        Crisálida V. Villegas G.

                                                                                                     Octubre, 2019

 

      Cuando se planteó la idea de este taller se señaló que no es lo mismo estudiar la Biblia que cualquier otro estudio. Ese mismo día yo me preguntaba si ese planteamiento sería verdad. En principio cuando un cristiano va estudiar cualquier tema debería encomendarse al Espíritu Santo y por lo demás debe cumplir una serie de normas que se denominan hábitos de estudio que implican: estudiar diariamente, en lo posible en un mismo lugar, leer atentamente, hacerse preguntas, hacer esquemas y repasar. Visto así estos lineamientos se aplican igualmente al estudio de la Biblia; sin embargo hay una diferencia y es que esta es palabra de Dios y tiene poder para cambiar nuestra vida.

      En tal sentido si es importante estudiar bien para prepararnos para nuestra vida profesional; es aún más importante convertirse en un dedicado estudiante de la Biblia, estudiar cuidadosa, diligentemente(dar lo más que pueda), diariamente y dependiendo  sólo del Espíritu Santo. Hay una oración anónima tomada de Mock (1990) que pareció interesante transcribir “Estudie la Biblia para ser sabio; créala para ser salvo y obedézcala para ser santo”

Nociones Básicas 

     En primer lugar definiremos a los métodos como un modo o manera sistemática, organizada y/o estructurada de estudiar la palabra de Dios. Es decir que el método es un camino o una vía que implica un orden para llegar a un fin. Por su parte, las técnicas son el conjunto de procedimientos, reglas, normas o protocolos intelectuales para hacer una determinada tarea, en este caso estudiar la Biblia.

     Evidentemente implica múltiples recursos: la Biblia (en varias versiones), Biblia de Estudio, Diccionario Bíblico, Concordancia, Referencias, Comentarios bíblicos, mapas, entre otros, pero aun cuando no se tenga acceso a ninguno de esto; sólo la Biblia es suficiente.

     De acuerdo a Mock (1994) los principales métodos de estudio bíblico son: el sistemático, biográfico (personajes), tópicos (palabras o temas), teológico (doctrinal) y devocional (alimento espiritual personal y enriquecer la relación con Dios). Otros autores hablan de los métodos inductivo y deductivo. Las áreas de estudio puede ser: libro, capítulo, párrafos, versículo y palabras.

      Por su parte, las técnicas son: la observación ¿qué dice? (hechos); interpretación ¿qué significa? (principios) y aplicación ¿qué debo hacer? (tarea).También son técnicas: el subrayado, elaborar preguntas, resúmenes, repaso, esquemas, mapas mentales y conceptuales.

Método Sistemático

     A efecto de este material sólo se estudiará el método sistemático o inductivo. Asumido como un método cuyo fin es derivar principios verdaderos de la palabra. Es apropiado para acercarse a la Biblia sin prejuicio o ideas anticipadas de lo que se puede descubrir que quiso comunicar el escritor a los lectores originales y que dice Dios hoy para nosotros.  Comprende las tres técnicas señaladas que a su vez incluyen otras de las generales como las preguntas y resumen.

Observación

      Se refiere a que dice la escritura, se refiere a tomar nota de lo que dice el texto y como lo dice. Consta según Yabraian (1997) de dos etapas: observación general o inicial y otra específica. Caracterizarla comprende tres pensamientos claves:

     -Concentrar la atención en el texto, hay que diferenciar entre leer y estudiar.

     -Notar lo que está ahí como lo que no está, ser preciso. Implica leer con cuidado, repetidamente, con paciencia, después de orar, con un propósito definido, investigando.

     -Ser preciso, se refiere a dejar que se escapen los detalles. Evite suponer que ya sabe lo que dice.

     La demanda hacer las preguntas adecuadas: ¿quién está hablando o acerca de quien se está hablando?; ¿qué o cual es el tema o asunto tratado?, ¿qué viene antes y qué después? ¿Dónde se está llevando a cabo la acción o el asunto? ¿Cuándo se llevó a cabo la acción el asunto? ¿Por qué se está realizando dicha acción o asunto? ¿Cuál es el propósito? ¿Cómo están respondiendo las personas involucradas?

      Es importante buscar: palabras (términos y frase clave), estructura (arreglo), atmósfera (sentimiento) y la forma literaria.

     En Romanos 8:9 la palabra clave es espíritu; pero también se podría agregar como frase: naturaleza pecaminosa y no pertenencia a Cristo. Determinar si es literal o figurativa. En el caso de Romanos la palabra es literal, pero en Juan 10: 7”…yo soy la puerta de las ovejas” es figurativa. También se debe distinguir que parte gramatical de la oración es la palabra ¿un nombre, verbo, una preposición? Así en Éxodo 2: 11-15 Moisés vio, mató y huyó, los verbos llevan la acción del relato. En Filipenses 4:13 se ve la preposición en. En Romano 12:1 se ve la conjunción “así que” se refiere a lo que antecede. Y en Mateo 5: 22 la conjunción “pero” que indica contraste.

    También se debe distinguir el género, el número y el tiempo verbal (pasado, presente o futuro). Así como determinar el significado que la palabra clave tiene dentro del contexto.

     En cuanto a la estructura se debe investigar de qué manera está construido el pasaje. Implica estudiar por párrafos ya que cada uno por lo general contiene una o más frase relacionada con la misma idea. Estando claro que hay párrafos aislados Generalmente la secciones de la Biblia están conectadas o construida alrededor de gente (biográficamente), lugares (geográficamente), eventos o acontecimientos (históricamente), ideas (teológicamente) y tiempos o épocas (cronológicamente).

      En ocasiones el texto usa como estructura: contrastes, comparaciones, ilustraciones, preguntas, repeticiones, así como relaciones de causa y efecto. Observar la estructura permite ver el desarrollo progresivo de los asuntos y temas y mantener el mensaje en adecuada relación con lo que está antes y lo que viene después. Entrene su mente y ojos, mediante la práctica, para buscar y ver párrafos, palabras, frases y estructura.

     En cuanto a la atmosfera, que es el sentimiento, humor o espíritu que rodea a un pasaje y la respuesta emocional que provoca. La respuesta a la atmósfera es subjetiva y personal. Ejemplos de sentimiento de la atmósfera de un pasaje bíblico puede ser la duda, el gozo, miedo, majestuosidad, ira, agradecimiento, alabanza, temor reverente, tristeza y sorpresa. El estudiante de la Biblia debe colocarse en la atmósfera del pasaje de modo que pueda identificarse con la mentalidad de la época y las emociones de los lectores originales. Ejemplo en 1Timoteo 1:12 se experimenta un sentimiento de agradecimiento.

     En relación a la forma literaria es necesario determinar la forma literaria general del pasaje que se estudia. Referida así es narrativa, argumentativa, poética, profética, historia. Implica considerar las figuras alegóricas, parábola, símil y la metáfora, entre otras.

     El propósito de observar un texto es estar seguro que sabemos lo que dice antes de intentar aplicarlo. Una definición preliminar se puede hacer en esta técnica, la cual puede ser confirmada o cambiada en la interpretación. Los autores señalan que esta técnica consume el 85 % del tiempo de estudio.

      La observación general comprende: (a) forma; (b) contexto (del pasaje, lo que lo procede y sigue en el texto, geográfico e histórico social); (c) estructura comprende las subdivisiones (a veces se encuentran divisiones claras en el pasaje, pero a veces hay crearlas, a cada una se le asigna un subtítulo que comunique en forma concreta el contenido de los versículos) y versículo clave.

      La observación específica comprende: (a) personajes (quienes son las personas, que se puede saber de ellas por el pasaje, cómo reaccionan e interactúan, en quien se centra la atención. (b) circunstancias (donde están, por que están allí, por qué es significativo el lugar; cuando ocurre el acontecimiento, se menciona el momento directa o indirectamente. (c) hecho central, qué es lo que sucede, cuál es el acontecimiento central, cómo se produce este hecho, cómo se desarrolla; por qué sucede esto, está, explicitas o implícitas las razones, revelan las personas su carácter y sus posibles motivaciones, en palabras o en acciones. (d) consecuencias, qué resultados siguen al hecho, se los esperaba, que otras implicaciones hay.

      No se deben expresar opiniones propias, una forma de facilitar la tarea es anteponer en cada comentarios: el autor dice que…

Interpretación

     Esta técnica responde a que significa el pasaje que se estudia. Es el proceso y las reglas mediante los cuales se determinan tanto el mensaje como el significado del texto bíblico. Algunas preguntas claves son ¿Qué significa? ¿Cuál es su importancia? ¿Por qué Dios incluye esto en su palabra? ¿Cuál es el propósito de este mensaje? ¿Cómo intento el escritor original dar entender sus palabras? ¿Cómo concuerda esto con las demás partes de la escritura y mantiene la armonía?

      Una interpretación efectiva demanda que se considere que las circunstancias bajo las cuales se escribió la Biblia eran distintas a las nuestras: históricas (escrita hace miles de años), geográficas (escrita en diferentes tierras), culturales (bajo deferentes culturas), políticas, económicas, éticas, de idiomas, de escritura (diferentes autores, lectores y propósito particular para cada ocasión).

      La interpretación implica comprender la situación y la gente bíblica original, identificar el mensaje comunicado a esa gente en ese tiempo, formular un principio (puede ser una advertencia, promesa o desafío) que resume estos hechos y que se aplicaría a una situación similar en cualquier época. Implica examinar cuidadosamente los datos de la observación para encontrar los claves. Determinar el punto central del autor: ¿de qué tema está escribiendo el autor? ¿Qué está diciendo acerca de ese tema? Resumir esta dos en una frase concisa.

     La razón, el estudio y la mente del hombre, por sí solas no revelarán la verdad de la escritura ni nos capacitarán para aceptarla como verdadera. En tal sentido, un entendimiento efectivo de la Escritura depende del estudio diligente, confiar en el Espíritu Santo y seguir las reglas de interpretación establecidas. Esta técnica se lleva 10 minutos del tiempo de estudio según los autores.

     Reglas de Interpretación general.

     1. Interpretar la escritura literalmente, tomando las palabras, las frases y las oraciones en su sentido usual, normal, natural y acostumbrado. Se debe entender ña Escritura como fue escrita, es decir, en la misma forma como los lectores originales deben haberla entendido. Requiere la búsqueda de notas de estudio en la Biblia, use el sistema cruzado de referencia, el índice de temas y la concordancia.

      2. Interpretar dentro del contexto. Interprete cada versículo o pasaje de la Biblia en su contexto, poniendo atención a la parte de la Escritura en que se encuentra, la parte que le antecede y la que viene después; así como la forma como se relaciona con otros pasajes (correlación). Algunas sugerencias son: lea completamente el libro que pretende estudiar antes de dar comienzo al estudio de sus partes, piense en forma creativa mientras va leyendo, esfuércese en descubrir el tema, principales divisiones del libro, personajes importantes, los eventos significativos, los contrastes, las repeticiones, ideas teológicas, elementos comunes, momentos culminante del pasaje; pensar hacia adelante y hacia atrás a través del libro y elabore una tabla sencilla que resuma lo leído.

     3. Interprete de acuerdo con la cultura y la historia. El marco histórico implica el autor, la fecha en que se escribió, lugar, motivo, lectores, situación política, ambiente social, religión, situación legal y valores ético. Determinar la situación histórica ayuda entender el significado del pasaje. El marco cultural es lo que la gente cree, dice, viste, come, hace, práctica y como piensa o procesa la información en un lugar particular y en una época especial.

    4. Interprete tomando en cuenta la forma literaria. Cada versículo o pasaje de la Escritura desde el punto de vista de su forma literaria.

     5. Interprete tomando en cuenta otras partes de la Escritura. Cada versículo o pasaje debe ser interpretado desde el punto de vista de otros pasajes similares o que se relacionen, ya sea en el mismo libro o en otros de la Biblia. Una regla es que ningún pasaje se contradice con otro.

     6. Interprete en vista de la consistencia teológica. Pruebe todas y cada una de las interpretaciones propuestas de un pasaje determinado, para determinar su armonía teológica. El carácter y la naturaleza de Dios, a través de toda la Escritura no cambian, se debe interpretar de acuerdo a esto.

 

 

Aplicación

      El estudio de la Escritura no es una meta, sino un medio para alcanzar la madurez en Cristo. En este sentido, las palabras clave son: ¿Qué haré? ¿Cómo funciona esto? ¿Cómo puedo llevar esto a la práctica?

      Las metas de la aplicación es lograr un cambio de vida, por lo que tiene que ser una decisión, no una emoción; debe ser completa, no parcial; descansar en el poder del Espíritu Santo; e incluir un plan de acción que sea significativo, simple, corto, especifico y espiritual. Una regla para una aplicación exitosa es enunciar la enseñanza de un pasaje en forma de un principio aplicable a sus necesidades o la de la iglesia hoy, acordes con la palabra de Dios y generales pero suficientemente claro para ser específicamente obedecido. Esta fase se lleva 5 minutos del tiempo de estudio pero es la que debe incorporarse en nuestra vida como cristianos.

      Un ejemplo no muy exhaustivo lo podemos ver en el mensaje Marcos 14: 32-42.  La observación, ¿qué es lo que dice, qué es lo que veo? se puede resumir de la siguiente manera:

     ¿Quién está hablando: Marcos.

     ¿Acerca de quien está hablando? Acerca de Jesús y los discípulos en los momentos antes a la traición.

     ¿Cuál es el tema tratado? La oración de Jesús.

     ¿Cuál es el contexto del pasaje? (qué viene antes y después) antes la cena de Jesús con los discípulos y la promesa de Pedro de no dejar a Jesús y después el apresamiento de Jesús, el juicio y la muerte.

     ¿Dónde se está llevando a cabo la acción? En un lugar llamado Getsemaní.

     ¿Cuándo se llevó a cabo la acción? Antes del apresamiento de Jesús.

     ¿Por qué se está realizando dicha acción? Porque Jesús va a morir.

     ¿Cuál es el propósito? exhortar a los discípulos a orar para no caer en tentaciones.

     ¿Cómo están respondiendo las personas involucradas? Duermen porque están cansados.

      Palabras clave: orar

      Estructura:

1.    Jesús ora con tristeza (Marcos 14: 32-34).

2.    Jesús se muestra dispuesto a cumplir la voluntad del Padre (Marcos 14: 35-36).

3.    Jesús reitera la invitación a velar y orar a los discípulos (Marcos 14:37-40).

4.    Esta hecho, llegó la hora (Marcos 14: 41-42)

      Atmosfera: tristeza

      Forma literaria: narración

      Interpretación ¿Cuál es el énfasis del autor? Principios

      Jesús es un ejemplo de dependencia y obediencia a Dios

      Jesús nos enseña tres actitudes importantes en los momentos de dificultad: velar, orar para buscar la voluntad de Dios y estar dispuesto a hacer lo que Dios quiere.

       Aplicación ¿Qué debo hacer?  ¿Qué decisión hará? ¿Qué meta se plantea? En tal sentido, ningún método suplanta la guía y la obra del Espíritu Santo, tal como lo señala Juan 14: 26”…El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas y les recordará todo los que les he enseñado”

Para concluir

      Se puede decir observe la Palabra de Dios para saber lo que dice; interprete para entender su significado y aplique para madurar en el Señor Jesucristo. En tal sentido, “El Espíritu Santo no es un sustituto del estudio bíblico, El hace que nuestro estudio bíblico sea efectivo”

     Con base al formato que se anexa, que es solo un modelo no el único, realice el estudio del capítulo 29: 10-14 de Jeremías. Responda ¿Qué dice el pasaje? Es decir que observamos en este texto. ¿Qué quería comunicar el autor? ¿Cuáles son las lecciones para nosotros hoy?

Formato de Análisis de Texto Bíblico

Referencias

Mock, D. (1994). Métodos de Estudio Bíblico y Reglas de Interpretación. Manual del Curso No 1. Centro de Capacitación Bíblica. Denton, Texas, E.U.A

Yabraian, C. (1997). La aventura de estudiar la Biblia. El método inductivo. Serie Formación ABOA. Buenos Aires, Argentina: Certeza

 

FORMATO DE ANÁLISIS DE CAPÍTULO

Capítulo

 

Título del Capítulo

 

1. Resumen del Capítulo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

2. Observación

¿Qué dice?

3. Interpretación

¿Qué significa

4. Correlación

¿Dónde más se explica?

5. Aplicación

¿Qué haré al respecto?