Exhortar vs Motivar
Apóstol
Antonio Apablaza
Escuela
de Discípulos Mileniales (EDIMI)
Febrero (2019)
Normalmente una persona cuando
vive una dificultad, no tiene la capacidad de motivarse a sí mismo, y por lo
tanto, requiere un socorro, una persona inspirada por el Espíritu Santo para
que le motive y reciba fuerzas sobrenaturales para continuar. Existen dos tipos
de situaciones en que una persona necesita ser motivada, cuando vive una
dificultad al punto que no ve salida, y cuando una persona se desenfoca de su
rumbo.
El apóstol indica en Romanos
12:7-8 que existe un don espiritual llamado “Exhortación” que tiene
este función, y por lo mismo, el apóstol dice que aquel que tiene este don debe
usarlo exhortando. “De manera que, teniendo diferentes dones, según la
gracia que nos es dada… úsese el don, si de servicio, en servir; o el
que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la
exhortación”
¿Qué es el don de exhortación?
La palabra “Exhortación” proviene
del original griego “Parakaléo” (3870 James Strong, LL.D.; S.T.D. y
Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia) que se traduce al español
por “Alentar, animar, confortar”
Por lo tanto, el don espiritual
de exhortación, es una capacidad sobrenatural que el Espíritu Santo entrega a
un cristiano para motivar, animar y confortar a los demás
¿Tengo el don de exhortación?
Algunos indicadores que te pueden
decir si tienes el don de exhortación son; La gente se acerca a ti, para
contarte de sus problemas y recibir motivación, o eres de las personas que le
nace motivar a los demás, y fluye con abundancia de palabras. Si esto, te ocurre,
entonces es muy probable que tengas el don espiritual de
exhortación.
¿Don o capacidad de motivar?
La diferencia entre el don de
exhortación y la habilidad de motivar, radica en que el motivador llega a las
emociones y/o mente de la persona, generando un cambio de animo, mientras que
el que tiene el don de exhortación, llega al espíritu de la persona, generando
esperanzas en Dios, paz interior, y fuerzas para continuar avanzando.
En resumen
Hoy en día existe muchísimas
personas tanto al interior de las congregaciones, como también en la sociedad,
que necesitan recibir una motivación que le traiga esperanza y fuerzas para
seguir avanzando en la vida, matrimonio e incluso a nivel financiero, y hasta
en algunos caso, para seguir viviendo. He aquí la gran importancia de activar
el don de exhortación, que por cierto, cada congregación está dotada con
cristianos que han recibido está regalo del Espíritu Santo.
Si te has identificado con este
don, declaro en el nombre de Jesús que eres activado sobrenaturalmente, para
motivar a aquellos que te rodean y para ganar muchas vidas.
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