lunes, 15 de febrero de 2021

El Secreto de la Verdadera Felicidad

 

El Secreto de la Verdadera Felicidad

Dra. Crisálida Villegas

Dra. Nohelia Alfonzo

Filipenses 1-4

Propósito: Lograr la verdadera paz o tranquilidad del corazón y la mente, como lo plantea Filipenses 4:7 (NTV) “Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús”.

RVR

“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.

NVI

Por lo tanto, queridos hermanos míos, a quienes amo y extraño mucho, ustedes que son mi alegría y mi corona, manténganse así firmes en el Señor.

DHH

Por eso, mis queridos hermanos, a quienes tanto deseo ver; ustedes, amados míos, que son mi alegría y mi premio, sigan así, firmes en el Señor.

TLA

Queridos hermanos y amigos, estoy muy contento y orgulloso de ustedes. ¡Realmente los extraño! ¡No dejen de confiar en el Señor Jesús!

PDT

Por eso sigan así, manteniéndose firmes en el Señor, mis estimados hermanos. Los quiero mucho y espero verlos pronto. Ustedes son mi alegría y mi orgullo.

 

Introducción

La carta a los Filipenses fue escrita por Pablo mientras estaba preso, después de recibir la visita de Epafrodito que le manifestó la profunda preocupación que por el sentía la Iglesia de Filipo y su deseo de saber más de su situación actual. Así el propósito de la carta era expresar la gratitud de Pablo por escrito, proveer de guía espiritual a la congregación, llenar las mentes y los corazones de los filipenses de gozo espiritual, tal como lo dice Filipenses 4:4 (NTV) “Estén siempre llenos de alegría en el Señor. Lo repito, ¡alégrense!”

RVR

“Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!”.

NVI

Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!

DHH

Alégrense siempre en el Señor. Repito: ¡Alégrense!

TLA

¡Vivan con alegría su vida cristiana! Lo he dicho y lo repito: ¡Vivan con alegría su vida cristiana!

PDT

Alégrense siempre en el Señor.

 

El gozo que Pablo menciona repetidas veces es un gozo inefable y glorioso, que lejos de depender de circunstancias externas, fluye del corazón de este preso que estaba de día y noche encadenado. La carta muestra (revela) el secreto de la verdadera felicidad, la personalidad del hombre que ha aprendido tal secreto, un idealista de polifacética personalidad, y a Cristo que fue quien enseño tal secreto. Filipenses 2:5 (NTV) “Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús”

RVR

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús”.

NVI

La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús,

DHH

Tengan unos con otros la manera de pensar propia de quien está unido a Cristo Jesús,

TLA

Tengan la misma manera de pensar que tuvo Jesucristo

PDT

Piensen y actúen como Jesucristo. Esa es la «misma manera de pensar» que les estoy pidiendo que tengan

 

Filipenses 4:13 (NTV) “Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo,[a] quien me da las fuerzas”.

RVR

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

NVI

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

DHH

A todo puedo hacerle frente, gracias a Cristo que me fortalece.

TLA

Cristo me da fuerzas para enfrentarme a toda clase de situaciones.

PDT

Puedo enfrentar cualquier situación porque Cristo me da el poder para hacerlo.

 

Contenidos

Clase 2. El Siervo Gozoso (Filipenses 1:11; 27-30).

Clase 3. 4 Incentivos para un llamamiento de triple orientación (Filipenses 2:1-18).

Clase 4. Yo prosigo en Cristo (Filipenses 3:12-16).

Clase 5. El Secreto de la Verdadera Bienaventuranza (Filipenses 4:7).

 

El Siervo Gozoso

Filipenses 1:9; 27-30

Filipenses 1: 9 (NTV) “Le pido a Dios que el amor de ustedes desborde cada vez más y que sigan creciendo en conocimiento y entendimiento”.

RVR

“Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento”.

NVI

Esto es lo que pido en oración: que el amor de ustedes abunde cada vez más en conocimiento y en buen juicio,

DHH

Pido en mi oración que su amor siga creciendo más y más todavía, y que Dios les dé sabiduría y entendimiento,

TLA

Pido en mi oración que su amor siga creciendo más y más todavía, y que Dios les dé sabiduría y entendimiento

PDT

Y esta es mi oración: que su amor se exprese cada vez con más conocimiento y entendimiento.

 

Introducción

Los versículos 9 al 11 contienen la esencia de la oración de Pablo, donde se evidencia que el apóstol ora para que todos aquellos a quienes iba dirigida abunden en sabiduría, conocimiento, poder, mansedumbre, paciencia, gozo, gratitud y amor. También observamos que Jesuscristo es considerado como el único de quien proceden estos dones que son derramados sobre el creyente y que la gloria de Dios es su fin supremo. Veamos qué lecciones encierra esto.

I. Es necesario que el amor abunden en los creyentes

Un amor plenamente dependiente y causado por el amor de Dios. Por lo tanto, el amor del que Pablo habla es inteligente e intencionado en deleitarse en el Dios trino. Es una espontánea y agradecida entrega a aquel que se ha revelado en Jesucristo; y consecuentemente el profundo y firme anhelo por el avance del reino de Dios y por la verdadera prosperidad de todos los creyentes.

Sin embargo, Pablo no ora para que los Filipenses comiencen a ejercitarse en este amor, sino para que este se extienda más y más. Ahora bien, este amor plenamente desarrollado no marcha solo, sino que va acompañado de todas las demás virtudes, con pleno conocimiento y discernimiento agudo. Un conocimiento real, pleno, maduro y espiritual según el sentido en que es usado en Romanos 10:2 (NTV) “Yo sé que ellos tienen un gran entusiasmo por Dios, pero es un fervor mal encauzado”

RVR

“Estoy seguro que ellos tienen muchos deseos de servir a Dios, pero no saben cómo hacerlo”.

NVI

Puedo declarar en favor de ellos que muestran celo por Dios, pero su celo no se basa en el conocimiento.

DHH

En su favor puedo decir que tienen un gran deseo de servir a Dios; sólo que ese deseo no está basado en el verdadero conocimiento.

TLA

Estoy seguro de que ellos tienen muchos deseos de servir a Dios, pero no saben cómo hacerlo.

PDT

Puedo decir esto en su favor: hacen un gran esfuerzo para honrar a Dios, pero no entienden lo más importante

 

Con discernimiento agudo es decir, ser capaz de discernir no solo entre lo bueno y lo malo; sino también entre lo importante y lo inútil.

II. Para que aprobéis las cosas que son excelente

Este era el propósito de la oración de Pablo, es decir, que el creyente no solo distinga una cosa de otra sino que lo haga buscando ser sincero e irreprensibles. Es decir, llegar al destino final sin contratiempo. En tal sentido, toda la vida del cristiano ha de ser de preparación para aquel día, el día de Cristo, que será cuando el verdadero carácter hombre sea revelado. Hechos 24:16 (NTV) “Por esto, siempre trato de mantener una conciencia limpia delante de Dios y de toda la gente”.

RVR

“Por eso siempre trato de obedecer a Dios y de estar en paz con los demás; así no tengo nada de qué preocuparme”.

NVI

En todo esto procuro conservar siempre limpia mi conciencia delante de Dios y de los hombres.

DHH

Por eso procuro siempre tener limpia mi conciencia delante de Dios y de los hombres.

TLA

Por eso siempre trato de obedecer a Dios y de estar en paz con los demás; así que no tengo nada de qué preocuparme.

PDT

Por eso siempre trato de hacer lo que creo que es correcto ante Dios y ante la gente.

No basta sin embargo a Pablo orar para que los Filipenses sean hallados sin mancha ni defectos sino que esta petición en negativo implica también la forma positiva: para que sean llenos de los frutos de justicia. Pablo ora para que la vida de aquellos creyentes y la nuestra hoy sea de una rica y abundante cosecha espiritual como amor, gozo, paz…que vienen por medio de Jesuscristo, porque sin Él, el discípulo nada puede hacer. Es Cristo que por medio de su sacrificio adquirió una nueva condición para el creyente, quien por medio del Espíritu Santo puede llevar fruto Juan 15:5 (NTV) “Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada”.

RVR

Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer

NVI

Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.

DHH

Yo soy la vid, y ustedes son las ramas. El que permanece unido a mí, y yo unido a él, da mucho fruto; pues sin mí no pueden ustedes hacer nada

TLA

El discípulo que se mantiene unido a mí, y con quien yo me mantengo unido, es como una rama que da mucho fruto; pero si uno de ustedes se separa de mí, no podrá hacer nada

PDT

Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que permanece en mí, y yo en él, producirá mucho fruto, pues separados de mí, ustedes no pueden hacer nada.

 

En efecto los creyentes son creados en Cristo para buenas obras, las cuales Dios preparo de antemano para que anduviéramos en estas. Efesios 2:10 (NTV) dice: “Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás”.        

RVR

Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

NVI

Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.

DHH

Pues es Dios quien nos ha hecho; él nos ha creado en Cristo Jesús para que hagamos buenas obras, siguiendo el camino que él nos había preparado de antemano.

TLA

Nosotros somos creación de Dios. Por nuestra unión con Jesucristo, nos creó para que vivamos haciendo el bien, lo cual Dios ya había planeado desde antes.

PDT

Nosotros somos obra de Dios, creados en Jesucristo para realizar las buenas obras que Dios ya planeó de antemano para que nos ocupáramos de ellas.

 

Pablo concluye su oración suplicando que el propósito de todo lo que se ha dicho a lo largo de la oración sea para la gloria y alabanza de Dios. El ciclo ha de efectuar su recorrido completo, los frutos provienen del cielo y su fragancia debe volver allá de nuevo.

III. Llamado a ejercer la ciudadanía del reino celestial  

Filipenses 1:27-30  (NTV) dice:

27 Sobre todo, deben vivir como ciudadanos del cielo, comportándose de un modo digno de la Buena Noticia acerca de Cristo. Entonces, sea que vuelva a verlos o solamente tenga noticias de ustedes, sabré que están firmes y unidos en un mismo espíritu y propósito, luchando juntos por la fe, es decir, la Buena Noticia. 28 No se dejen intimidar por sus enemigos de ninguna manera. Eso les será por señal a ellos de que serán destruidos, mientras que ustedes serán salvos, aun por Dios mismo. 29 Pues a ustedes se les dio no solo el privilegio de confiar en Cristo sino también el privilegio de sufrir por él. 30 Estamos juntos en esta lucha. Ustedes han visto mi lucha en el pasado y saben que aún no ha terminado.

 

RVR

Sólo les pido que vivan dignamente como le enseña el evangelio de Cristo. Porque sea que yo vaya a veros o no, quiero estar seguro  que todos ustedes viven muy unidos y que luchan unidos para anunciar la buena noticia. No tengan miedo de sus enemigos. Si ustedes se comportan con valentía, verán que ellos serán destruidos y ustedes serán salvados, porque Dios les dado a ustedes el privilegio de confiar en Cristo y también de sufrir por él. Asì que tendrán los mismos problemas que yo he tenido y ya saben bien lo que he sufrido y estoy sufriendo.

NVI

Pase lo que pase, compórtense de una manera digna del evangelio de Cristo. De este modo, ya sea que vaya a verlos o que, estando ausente, solo tenga noticias de ustedes, sabré que siguen firmes en un mismo propósito, luchando unánimes por la fe del evangelio 28 y sin temor alguno a sus adversarios, lo cual es para ellos señal de destrucción. Para ustedes, en cambio, es señal de salvación, y esto proviene de Dios. 29 Porque a ustedes se les ha concedido no solo creer en Cristo, sino también sufrir por él, 30 pues sostienen la misma lucha que antes me vieron sostener, y que ahora saben que sigo sosteniendo.

DHH

Solamente esto: procuren que su manera de vivir esté de acuerdo con el evangelio de Cristo. Así, lo mismo si voy a verlos que si no voy, quiero recibir noticias de que ustedes siguen firmes y muy unidos, luchando todos juntos por la fe del evangelio, 28 sin dejarse asustar en nada por sus enemigos. Esto es una clara señal de que ellos van a la destrucción, y al mismo tiempo es señal de la salvación de ustedes. Y esto procede de Dios. 29 Pues por causa de Cristo, ustedes no sólo tienen el privilegio de creer en él, sino también de sufrir por él. 30 Ustedes y yo estamos en la misma lucha. Ya vieron antes cómo luché, y ahora tienen noticias de cómo sigo luchando.

TLA

Sólo les pido que vivan dignamente, como lo enseña la buena noticia de Cristo. Porque, sea que yo vaya o no a verlos, quiero estar seguro de que todos ustedes viven muy unidos y que se ponen de acuerdo en todo, y que luchan unidos por anunciar la buena noticia. 28 No tengan miedo de sus enemigos. Si ustedes se comportan con valentía, verán que ellos serán destruidos y ustedes serán salvados, porque Dios les dará el triunfo. 29 Dios les ha dado a ustedes el privilegio de confiar en Cristo, y también de sufrir por él. 30 Así que tendrán los mismos problemas que yo he tenido, y ya saben muy bien lo que he sufrido y estoy sufriendo.

PDT

Pero sobre todo, como comunidad de Cristo, pórtense [a] de una manera que represente con dignidad el mensaje acerca de Cristo. Ya sea que yo vuelva a ustedes o no, quisiera escuchar que siguen firmes en el Espíritu [b] y están todos de acuerdo, luchando unidos para lograr que otros crean en el mensaje. 28 Quiero escuchar que no se han dejado intimidar por sus enemigos. Esto será una clara señal de la derrota de ellos y de que ustedes se van a salvar, y todo esto viene de Dios. 29 Dios les ha concedido el honor no sólo de creer en Cristo, sino también de sufrir por él. 30 Ustedes y yo luchamos por la misma causa. Antes se dieron cuenta de cómo luché y ahora saben que estoy haciendo lo mismo.

 

En armonía con su carácter de preso optimista, Pablo exhorta a los Filipenses a permanecer firmes, unidos y sin temor y a considerar un privilegio el ser dignos de padecer por Cristo. Lo planteado implica: (a) comportarse como verdaderos creyentes; (b) hacerlo de manera digna del evangelio de Cristo. Significa vivir conforme a las responsabilidades que el evangelio impone y a las bendiciones que trae.

La palabra evangelio aparece dos veces en el versículo 28 y no menos de seis a largo del capítulo. Entonces ¿Qué es el evangelio? Es el mensaje de buenas noticias, de alegres nuevas de salvación que Dios proclama al mundo perdido por el pecado. Romanos 4:25 (NTV) dice: “Él fue entregado a la muerte por causa de nuestros pecados, y resucitado para hacernos justos a los ojos de Dios”.

RVR

El cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación

NVI

Él fue entregado a la muerte por nuestros pecados, y resucitó para nuestra justificación.

DHH

Que fue entregado a la muerte por nuestros pecados y resucitado para hacernos justos.

TLA

Dios entregó a Jesús para que muriera por nuestros pecados, y lo resucitó para que fuéramos declarados inocentes.

PDT

Jesús fue entregado a la muerte por nuestros pecados y fue resucitado para que fuéramos aprobados por Dios.

 

Por lo que Pablo esperaba de los Filipenses y Dios de nosotros firmeza en la fe, unidad (unánimes en un solo espíritu) y valentía (sin miedo a los enemigos). Entonces, la actitud de un ciudadano del reino hacia Dios es tenacidad, firmes, arraigados y confiando en el Señor; hacia los otros de armonía activa, viviendo y trabajando juntos en paz y contra los enemigos, una actitud de intrepidez, osadía que debe ser considerada un don de Dios, del efecto de su Espíritu obrando en el corazón del cristiano.

De tal manera que sufrir por causa de Cristo es un privilegio, una bendición; al cristiano comprender su sufrimiento y su obra, le produce la seguridad de la salvación y la convicción de que el Espíritu Santo reposa sobre él. Y este sufrimiento será recompensado tal como lo dice 2 Corintios 4:18 (NTV): “Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre”.

RVR

“no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”.

NVI

Así que no nos fijamos en lo visible, sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno.

DHH

Así que no nos fijamos en lo visible, sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno.

TLA

Porque nosotros no nos preocupamos por lo que nos pasa en esta vida, que pronto acabará. Al contrario, nos preocupamos por lo que nos pasará en la vida que tendremos en el cielo. Ahora no sabemos cómo será esa vida. Lo que sí sabemos es que será eterna.

PDT

A nosotros no nos interesa lo que se puede ver, sino lo que no se puede ver, porque lo que se puede ver, sólo dura poco tiempo. En cambio, lo que no se puede ver, dura para siempre.

 

Un Llamamiento con un Incentivo Cuádruple y Triple Orientación para Vivir la Vida Cristiana

                                      Filipenses 2: 1- 5 (NTV)

¿Hay algún estímulo en pertenecer a Cristo? ¿Existe algún consuelo en su amor? ¿Tenemos en conjunto alguna comunión  en el Espíritu? ¿Tienen ustedes un corazón tierno y compasivo? Entonces háganme verdaderamente feliz poniéndose de acuerdo de todo corazón entre ustedes, amándose unos a otros y trabajando juntos con un mismo pensamiento y un mismo propòsito. No sean egoístas, no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes. No se ocupen de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los otros. Tengan la misma actitud que tuvo Cristo.

 

 

RVR

Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia,2 completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. 5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,

NVI

Por tanto, si sienten algún estímulo en su unión con Cristo, algún consuelo en su amor, algún compañerismo en el Espíritu, algún afecto entrañable, 2 llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento. 3 No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. 4 Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás. 5 La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús,

DHH

Así que, si Cristo les ha dado el poder de animar, si el amor los impulsa a consolar a otros, si todos participan del mismo Espíritu, si tienen un corazón compasivo, 2 llénenme de alegría viviendo todos en armonía, unidos por un mismo amor, por un mismo espíritu y por un mismo propósito. 3 No hagan nada por rivalidad o por orgullo, sino con humildad, y que cada uno considere a los demás como mejores que él mismo. 4 Ninguno busque únicamente su propio bien, sino también el bien de los otros.

TLA

Si Cristo les ha dado a ustedes poder para animar a los demás, y si el amor que ustedes tienen los lleva a consolar a otros, y si todos ustedes tienen el mismo Espíritu y son compasivos, 2 les pido que vivan en armonía y que se amen unos a otros. Así me harán muy feliz. Pónganse de acuerdo en lo que piensan, deseen las mismas cosas y 3 no hagan nada por orgullo o sólo por pelear. Al contrario, hagan todo con humildad, y vean a los demás como mejores a ustedes mismos. 4 Nadie busque el bien sólo para sí mismo, sino para todos. 5 Tengan la misma manera de pensar que tuvo Jesucristo:

PDT

¿Lo que les escribo los anima en Cristo? ¿Quieren consolarme mostrándome cuánto me aman? ¿Compartimos el mismo Espíritu? ¿Me tienen verdadero afecto y compasión? 2 Entonces voy a pedirles algo que me haría completamente feliz: tengan la misma manera de pensar, el mismo amor y las mismas metas. 3 No hagan nada por rivalidad ni orgullo. Sean humildes y cada uno considere a los demás como más importantes que sí mismo. 4 Que cada uno no busque sólo su propio bien, sino el de los demás.

 

 

 

 

Introducción

       Al final del capítulo I Pablo expresó el ardiente deseo de que los Filipenses estén “firmes en un espíritu, luchando unánimes, juntos por la fe del evangelio” (Filipenses 1:27).

RVR

estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio

NVI

sabré que siguen firmes en un mismo propósito, luchando unánimes por la fe del evangelio

DHH

siguen firmes y muy unidos, luchando todos juntos por la fe del evangelio,

TLA

que todos ustedes viven muy unidos y que se ponen de acuerdo en todo, y que luchan unidos por anunciar la buena noticia

PDT

Siguen firmes en el Espíritu y están todos de acuerdo, luchando unidos para lograr que otros crean en el mensaje.

 

En este capítulo vuelve a insistir en la necesidad de la unidad entre hermanos, cualidad que solo es posible cuando hay verdadera humildad de pensamiento y disposición de servicio.

I. Cuatro incentivos para buscar a Cristo

Pablo recuerda a los Filipenses y a nosotros hoy que en Cristo tenemos estos cuatro incentivos: consuelo, amor, unión y comunión del Espíritu. Entonces dice si recibes consuelo o animo de tu unión en Cristo y su amor hacia ustedes les sirve de estímulo para actuar, si además gozas en la maravillosa comunión del Espíritu y si tienes alguna experiencia de la misericordia y compasión de Cristo, entonces muestra gratitud por todas estas cosas amando a tu hermano primero en tu propia casa y a tus hermanos de la fe, esto equivale a la triple orientación del llamado.

II. Triple Orientación: Unidad, humildad y solicitud

La conclusión de lo dicho anteriormente es muy natural. Si tienes estas experiencias y participas de estos beneficios, entonces sigue este mandamiento que en esencia es uno, aunque con tres dones estrechamente relacionados que son: unidad (v.2), humildad de mente o disposición (v.3) y solicitud (v.4).

Pablo dice llenad (la medida de) mi gozo, háganme verdaderamente feliz. Es conmovedora la forma en la que inicia la triple orientación. Un grado mayor de unidad, humildad y solicitud “en casa” supliría lo que aún faltaba para que se llenara la copa de gozo del apóstol.

-Unidad. Pablo continua “…teniendo todos el mismo sentir, teniendo el mismo amor, con unanimidad, dedicándonos a la unidad”. Esta actitud se manifestara por si sola teniendo el mismo amor por Dios y en consecuencia por los otros, con énfasis sobre este último aspecto y dedicándose a la concordia o unidad. Es una unidad en disposición, amor y propósito, tal como se manifiesta en el Salmo 133:1 (NTV) “Qué maravilloso y agradable es cuando los hermanos conviven en armonía”

RVR

!!Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!

NVI

¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía!

DHH

¡Vean qué bueno y agradable es que los hermanos vivan unidos!

TLA

¡No hay nada más bello, ni más agradable, que ver a los hermanos vivir juntos y en armonía!

PDT

Qué bueno y qué agradable es cuando el pueblo de Dios se reúne en armonía.

 

-Humildad. No puede conseguirse la unidad sino hay humildad. Por lo tanto, Pablo continua diciendo: No (haciendo) “nada por ambición personal o por vanagloria”, sino con una actitud humilde, cada uno considerando al otro como mejor que el mismo”. La palabra que aparece en el texto original es con disposición. Para Pablo esta actitud está asociada con bondad, mansedumbre, longanimidad. Cuando el corazón del hombre es tocado por la gracia salvadora, se da la sumisión por amor y nace la verdadera humildad, como lo señala Efesios 4:2 (NTV) “Sean siempre humildes y amables. Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor”.

RVR

con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,

NVI

Siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor.

DHH

Sean humildes y amables; tengan paciencia y sopórtense unos a otros con amor;

TLA

Sean humildes, amables y pacientes, y bríndense apoyo, por amor, los unos a los otros”

PDT

Sean siempre humildes, amables, tengan paciencia, sopórtense con amor unos a otros.

 

Es fácil ver que cuando este espíritu de genuina y mutua consideración y aprecio es fomentado, la unidad viene por si sola.

-Solicitud. El apóstol concluye “No (solo) buscando cada uno sus propios intereses, sino también los intereses de los demás”. Esto es lógicamente, consecuencia de lo anterior, ya que si alguien tiene a otro en alta estima, prestara atención en sus intereses para ayudarlo en todo lo que pueda. Pablo indica claramente que el creyente debe velar también por sus propios intereses pero antes que nada ha de obedecer el mandamiento que aparece en Mateo 19:19 (NTV) “honra a tu padre y a tu madre; ama a tu prójimo como a ti mismo”

RVR

“Honra a tu padre y a tu madre y amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

NVI

honra a tu padre y a tu madre”, ama a tu prójimo como a ti mismo

DHH

honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo

TLA

Obedece y cuida a tu padre y a tu madre; ama a los demás tanto como te amas a ti mismo.

PDT

respetar a tu papá y a tu mamá” [a] y “amar a tu semejante como te amas a ti mismo

 

Así también la unidad será promovida y la comunión se mostrara ante el mundo, como un poderoso testimonio”. Por medio de un incentivo cuádruple Pablo exhorta encarecidamente a obedecer la triple orientación, es decir, a comportarse unos con otros con unidad, humildad y solicitud. Para subrayar esta exhortación e indicar la fuente de donde mana el vigor necesario para conformar la vida a estos principios, el apóstol señala el ejemplo de Cristo, el cual para salvar a otros, renuncio a sí mismo.

III. Invitación a imitar a Cristo como regla de vida

Con la ayuda de Dios podemos y debemos imitar el espíritu móvil de los actos de Filipenses 2:5. La negación de uno mismo en favor de los demás debe estar presente y crecer en la vida de cada creyente. Es precisamente porque Él es nuestro Señor que también puede ser nuestro ejemplo, si no lo es nuestra fe es estéril. En este sentido, cuanta verdad encierra estas líneas de Guillermo Hendriksen (1981):

“¡Oh!, si tan tiernamente y dulcemente nos ha amado,

Agradecidos, amor debemos retornarle;

Confiar en su sangre que nos ha salvado,

Y tratar en sus obras de emularlo”

 

Yo Prosigo en Cristo

Filipense 3: 12-16

Introducción

En este texto el apóstol Pablo se nos muestra simbólicamente como un corredor en una carrera hacia la meta espiritual, desde este punto de vista nos puede servir de modelo. Con esta metáfora él pretende que captemos el significado de lo que nos quiere decir: que si bien el Señor nos ha alcanzado y somos salvos por la gracia de nuestro Señor Jesucristo debemos luchar permanentemente por lograr (alcanzar) la perfección. Es decir cuidar nuestro caminar diario; como cristiano debemos proseguir con empeño un objetivo definido, sin permitirnos la màs mínima distracción o desvío.

I.Empeño del cristiano

      Pablo escribe “pero una cosa hago” Un solo y único objetivo ocupa continuamente el pensamiento del corredor en la carrera, el continuar hacia la meta para ganar el premio. No puede permitir que nada lo distraiga, su propòsito es definido, bien definido. Asì el cristiano debe tener como sus propósitos básicos vivir para Cristo y alcanzar la perfección en Él. Una perfección no sólo de continua confianza sino también de entregada consagración. Asì un trozo de un poema de J. Nicolson citado en Hendriksen (1981) dice:

¡Oh Señor Jesús,

la plena perfección ansío

que mores en mi alma…

Lávame, ahora Señor

y seré más blanco que la nieve

       Tal concentración del pensamiento es desde todo punto necesaria. En la vida diaria las distracciones son frecuentemente desastrosas. En el terreno espiritual las preocupaciones del mundo, el engaño de las riquezas y toda clase de malos deseos entran y ahogan la palabra del evangelio.

       La verdadera y firme concentración de ideas y propósitos requiere necesariamente el esfuerzo por parte del hombre y es producto de la gracia del Espíritu Santo. Es respuesta a la oración del Salmo 86:11 (NTV) “Enséñame tus caminos, oh Señor, para que viva de acuerdo con tu vedad. Concédeme pureza de corazón para que te honre”.

RVR

Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; Afirma mi corazón para que tema tu nombre.

NVI

Instrúyeme, Señor, en tu camino para conducirme con fidelidad. Dame integridad de corazón para temer tu nombre.

DHH

Oh Señor, enséñame tu camino, para que yo lo siga fielmente. Haz que mi corazón honre tu nombre

TLA

Dios mío, yo quiero hacer siempre lo que tú ordenes; ¡enséñame a hacerlo!. Pon en mí este único deseo: ¡adorarte sólo a ti!

PDT

SEÑOR, enséñame tu camino, quiero vivir según tus enseñanzas. Haz que me consagre a ti de todo corazón, para que te pueda honrar como es debido

 

Tal concentración exige ciertos requisitos:

      1. Apartar de la memoria lo  que ya sea recorrido.

      Pablo dice “olvidando lo que queda atrás”. El corredor no mira atrás. Sabe que si lo hace perderá velocidad, se saldrá de la pista y fracasa  en su intento de ganar. Además, el volver la cabeza mientras se corre es sumamente peligroso. También espiritualmente, no es permitido volver la vista atrás. Acuérdense de la mujer de Lot (Lucas 17:32). Cuando Pablo dice que olvida lo que queda atrás, se refiere a una clase de olvido que no es meramente pasivo, sino activo, de forma que cuando el recuerdo de sus méritos y pecados acumulado en el pasado llega a la mente, inmediatamente lo borra. Es un continuo relegar al olvido cualquier pensamiento de la vida pasada: buenos o malos. Lo que está diciendo Pablo es que para ganar la carrera se han de poner los ojos fijos en la meta y avanzar decidida y firmemente hasta esta.

      2.Avanzar sin vacilar.

      Por consiguiente, Pablo continúa “y extendiéndome a lo que está adelante” El verbo empleado en el original de la cita es muy gráfico. Muestra al corredor con todos sus músculos y nervios tensos, corriendo con todas sus fuerzas hacia la meta, la mano extendida como si quisiera agarrarla. No menos necesario es avanzar sin vacilar en la esfera espiritual.

 

      3. Progresión.

      Un tercer requerimiento es progresar en el camino de la santificación. La línea de avance bien puede ser un zigzag, pero esto no excluye la idea de un verdadero progreso. La concentración del pensamiento, el olido y la progresión son. Por lo tanto, la clave del desempeño espiritual que produce la perfección. Es por estos medios que se prosigue hacia la meta.

II. La Meta

        Por eso Pablo continúa: “prosigo hacia la meta”. La derivación de esta palabra meta es aquella hacia lo que uno dirige su mirada, el objetivo. En la carrera espiritual esa meta es Cristo, es decir la perfección espiritual en él. Así Filipenses 3:8,12 (NTV) dice:

Así es, todo lo demás no vale nada cuando se le compara con el infinito valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él, he desechado todo lo demás y lo considero basura a fin de ganar a Cristo. No quiero decir que ya haya logrado estas cosas ni que ya haya alcanzado la perfección. Pero sigo adelante a fin de hacer mía esa perfección para la cual Cristo Jesús primeramente me hizo suyo.

 

RVR

Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.

NVI

Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo. No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí.

DHH

Aún más, a nada le concedo valor si lo comparo con el bien supremo de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por causa de Cristo lo he perdido todo, y todo lo considero basura a cambio de ganarlo a él. No quiero decir que ya lo haya conseguido todo, ni que ya sea perfecto; pero sigo adelante con la esperanza de alcanzarlo, puesto que Cristo Jesús me alcanzó primero.

TLA

Todo eso lo he dejado a un lado, y lo considero basura, con tal de llegar a conocer bien a Cristo, pues no hay mejor conocimiento. Y quiero que Dios me acepte, no por haber obedecido la ley, sino por confiar en Cristo, pues así es como Dios quiere aceptarnos. Con esto no quiero decir que yo haya logrado ya hacer todo lo que les he dicho, ni tampoco que ya sea yo perfecto. Pero sí puedo decir que sigo adelante, luchando por alcanzar esa meta, pues para eso me salvó Jesucristo.

PDT

Es más, creo que nada vale la pena comparado con el invaluable bien de conocer a Jesucristo, mi Señor. Por Cristo he abandonado todo lo que creía haber alcanzado. Ahora considero que todo aquello era basura con tal de lograr a Cristo. No quiero decir que ya llegué a la perfección en todo, sino que sigo adelante. Estoy tratando de alcanzar esa meta, pues esa es la razón por la cual Jesucristo me alcanzó a mí.

 

       El apóstol nos llama a anhelar por todas las formas buscar la gloria de Dios por todos los medios a nuestro alcance. Siendo uno de estos ser testigos a otros. Así en 1 Corintios 9: 23 (NTV) dice: “Hago lo que sea para difundir la buena noticia y participar de sus bendiciones”

       RVR

Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él.

NVI

Todo esto lo hago por causa del evangelio, para participar de sus frutos.

DHH

Todo lo hago por el evangelio, para tener parte en el mismo.

TLA

Y todo esto lo hago porque amo la buena noticia, y porque quiero participar de sus buenos resultados.

PDT

Hago todo esto por la buena noticia de salvación, para participar de sus bendiciones.

 

       1. El galardón

       El corredor nunca olvida el premio. Por eso Pablo continúa: hacia el galardón de la soberana vocación de Dios en Cristo Jesús. La vocación soberana de la que el apóstol habla aquí ya fue hecha en su conversión y por tanto, no solamente al final de la prueba. Aquí pues como en otros lugares de la Biblia se habla del llamamiento eficaz del evangelio, es un llamamiento celestial para vivir en santidad, que solo es posible en Cristo Jesús. El premio que corresponde a este llamamiento es otorgado cuando la carrera ha terminado y se ha vencido.

       Cuando esta perfección es llamada meta, se le considera entonces como el objetivo del esfuerzo humano y cuando es llamada premio es el don de la gracia soberana de Dios. La meta absorbe la atención de la carrera que se está corriendo, así predicar el evangelio pertenece a la meta. El premio la fija en la gloria que comenzará en el nuevo cielo y en la nueva tierra; la perfecta comunión con los que son salvos en el dia final es el premio. Así al darnos cuenta que estamos muy lejos de la meta esforcémonos con ardor y procuremos continuamente llegar a esta.

       Pero si bien esta regla es excelente y necesaria, su exacta aplicación a todas las fases de la vida no siempre se ve inmediatamente con la misma claridad. Poe eso Pablo continua: “y si en algo  sientes de otra manera, Dios nos aclara eso también”. Dios por medio de su Espíritu revelará a sus corazones y mentes la verdad sobre el particular (Juan 16:13).

Conclusión

      El principio “Estamos muy lejos de ser perfectos, pero en Cristo debemos esforzamos por alcanzar la perfección” ha sido enunciado y ejemplificado. Que nuestras vidas, pues sean regidas por la consistente aplicación de este principio,  jamás debe ser abandonado. Si este principio es aplicado a la luz de la revelación de Dios, lo demás viene por añadiduría

 

 

El Secreto de la Verdadera Bienaventuranza

                                                       Filipense 4:4-7

                                                      Filipenses 4: 1 (NTV) “Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús”.

RVR

“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.

NVI

Por lo tanto, queridos hermanos míos, a quienes amo y extraño mucho, ustedes que son mi alegría y mi corona, manténganse así firmes en el Señor.

DHH

Por eso, mis queridos hermanos, a quienes tanto deseo ver; ustedes, amados míos, que son mi alegría y mi premio, sigan así, firmes en el Señor.

TLA

Queridos hermanos y amigos, estoy muy contento y orgulloso de ustedes. ¡Realmente los extraño! ¡No dejen de confiar en el Señor Jesús!

PDT

Por eso sigan así, manteniéndose firmes en el Señor, mis estimados hermanos. Los quiero mucho y espero verlos pronto. Ustedes son mi alegría y mi orgullo.

 

 

Introducción

       Al inicio del capìtulo 4 Pablo exhorta a los hermanos a permanecer firmes. Las palabras con que inicia este capítulo: Así que, indican claramente la estrecha relación con lo que hemos venido hablando. Dicha relación podría ser expuesta de la siguiente manera: Puesto que la patria de los creyente está en los cielos y no en la tierra y puesto que una gloriosa herencia los aguarda en la venida de Cristo, cuando sus cuerpos serán transformados externa e internamente a semejanza del cuerpo de Cristo, que nada los mueva de sus sólidos cimientos y permanezcan siempre firmes y seguros, para que en verdad está gloria sea suya.

I. ¿Qué hacer para obtenerla?

Filipenses  4: 4-9 (NTV) “

4 Estén siempre llenos de alegría en el Señor. Lo repito, ¡alégrense! 5 Que todo el mundo vea que son considerados en todo lo que hacen. Recuerden que el Señor vuelve pronto.6 No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. 7 Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús. 8 Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar. Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza. 9 No dejen de poner en práctica todo lo que aprendieron y recibieron de mí, todo lo que oyeron de mis labios y vieron que hice. Entonces el Dios de paz estará con ustedes.

 

RVR

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: !!Regocijaos!. 5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. 8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.

NVI

Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! 5 Que su amabilidad sea evidente a todos. El Señor está cerca. 6 No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.8 Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio. 9 Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes.

DHH

Alégrense siempre en el Señor. Repito: ¡Alégrense! 5 Que todos los conozcan a ustedes como personas bondadosas. El Señor está cerca.6 No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también. 7 Así Dios les dará su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender; y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús. 8 Por último, hermanos, piensen en todo lo verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo puro, en todo lo agradable, en todo lo que tiene buena fama. Piensen en toda clase de virtudes, en todo lo que merece alabanza. 9 Sigan practicando lo que les enseñé y las instrucciones que les di, lo que me oyeron decir y lo que me vieron hacer: háganlo así y el Dios de paz estará con ustedes.

TLA

¡Vivan con alegría su vida cristiana! Lo he dicho y lo repito: ¡Vivan con alegría su vida cristiana! 5 Que todo el mundo se dé cuenta de que ustedes son buenos y amables. El Señor Jesús viene pronto. 6 No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos. 7 Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo.8 Finalmente, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo que merece respeto, en todo lo que es justo y bueno; piensen en todo lo que se reconoce como una virtud, y en todo lo que es agradable y merece ser alabado.9 Practiquen todas las enseñanzas que les he dado, hagan todo lo que me vieron hacer y me oyeron decir, y Dios, que nos da su paz, estará con ustedes siempre.

PDT

4 Alégrense siempre en el Señor. 5 Lo digo de nuevo: ¡Alégrense! Que todos sepan que ustedes son amables y gentiles. El Señor está cerca. 6 No se preocupen por nada, más bien pídanle al Señor lo que necesiten y agradézcanle siempre. 7 La paz de Dios hará guardia sobre todos sus pensamientos y sentimientos porque ustedes pertenecen a Jesucristo. Su paz lo puede hacer mucho mejor que nuestra mente humana. 8 En fin, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, noble, correcto, puro, hermoso y admirable. También piensen en lo que tiene alguna virtud, en lo que es digno de reconocimiento. Mantengan su mente ocupada en eso. 9 Hagan todo lo que les enseñé, todo lo que aprendieron al verme y oírme, y el Dios de paz estará con ustedes.

 

       En este texto bíblico Pablo ofrece el secreto de la verdadera bienaventuranza, la pregunta es ¿qué hacer para obtenerla?

1. Debe reinar el gozo interior

        El apóstol Pablo enfatiza la necesidad del gozo. Dice: “Regocijaos siempre en el Señor; otra vez diré regocijaos” La exhortación se repite, porque probablemente a simple vista pudiera parecer poco razonable gozarse en obediencia a un mandamiento y  mucho màs por tenerlo que hacer siempre, bajo cualquier circunstancia no imposta lo adversa que sea.

       Sin embargo, Pablo a pesar de recordar sus transgresiones pasadas (Fil 3:6 copiar) y de esperar posiblemente la muerte como desenlace de la prisión, se goza e insta a los demás a hacer lo mismo. Esto nos demuestra que las circunstancias solas  no determinan la condición del corazón y la mente. El cristiano puede gozarse interiormente cuando exteriormente todo es oscuro y sombrío. Esto es natural, porque en y por Cristo todas las cosas, incluso aquellas que parecen màs adversas, cooperan para bien. Romanos 8: 28 (NTV) “Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen[a] para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos”.

       Esto puede lograrse como Pablo nos indica en el contexto, así Filipense 4:8 (NTV) dice: “Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar. Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza”, meditando en aquellos que es susceptible de llevarnos a sentir tal experiencia, es decir, atendiendo a todas aquellas cosas que deben ocupar un lugar preeminente en nuestra conciencia. Las razones que Pablo tenia para sentir aquel gozo inefable y glorioso y que también nosotros podemos asumir son: (a) que somos salvo y que nuestro propòsito es glorificar a Cristo (Fil 1:20); (b) que este salvador es poderoso y complaciente para suplir todas las necesidades (Fil 4:19), que otros también están siendo salvados (Fil 1:6) y para esta obra gloriosa somos usado por Dios (Fil 1:5); que Dios era el obraba de tal manera que todas las cosas cooperasen para bien(fil 1: 12) y que en todo tiempo tenemos libertad de acceso al trono de la gracia(Fil 4:6). Meditemos, pues, en estas cosas gozándonos, siempre.

2. La generosidad debe ser conocida a todos los hombres

       El cristiano debe cultivar una personalidad sociable y comunicativa. El secreto de su felicidad no debe estar confinado a los muros de su propia meditación y oración. No puede ser realmente dichoso sino se esfuerza en ser un medio de bendición para otros. Por consiguiente Pablo dice: “Vuestra generosidad sea notoria a todos los hombres”

       Por generosidad puede entenderse segùn Hendriksen (1981) cualquiera de las siguientes virtudes: indulgencia, condescendencia, cordialidad, amabilidad, gentileza, comprensión cariñosa, consideración, caridad,, mansedumbre, magnanimidad, bondad.

       Lo que Pablo enseña es que la verdadera bienaventuranza no puede ser alcanzada por aquel que rigurosamente insiste en los derechos propios. El cristiano es el hombre que cree que es preferible sufrir la injusticia que cometer la injusticia (1Corintios 6: 7) “El hecho de que tengan semejantes demandas legales unos contra otros es en sí una derrota para ustedes. ¿Por qué mejor no aceptar la injusticia y dejar el asunto cómo está? ¿Por qué no se dejan estafar?”. La comprensión cariñosa es un ingrediente fundamental de la verdadera bienaventuranza. Asì pues, tal generosidad dispuesta a ceder, debe manifestarse por todos y no solamente con los hermanos de la fe.

3. No debe haber inquietud sino una absoluta confianza en Dios

      Pablo dice: “El Seños está cerca” En vista del contexto inmediato (Fil 3:20 copiar) la idea se refiere a que está próximo a venir. Todo cuanto ocurre en la historia es loa preparación para esta venida. En vista del hecho que nadie sabe ni el día ni la hora en que Cristo volverá (Mateo 24: 36 copiar), es preciso que todos estemos preparados trabajando y velando en todo momento. En la venida del Señor todos los males serán corregidos y el cristiano será plenamente reivindicado, no se preocupe, pues, el desengaño, ni se preocupe demasiado del futuro. Como lo dice Filipense 4:6 “Por nada estéis afanosos”.

       A menudo nos preocupamos por la comida, por la ropa, por el día de mañana, por la vida, en fin por muchas cosas (MT 6: 25, 34). El remedio para esta enfermedad es la oración. Por lo cual Pablo sigue: “sino que en todo mediante la oración y la plegaria sean presentadas a Dios vuestras peticiones, acompañadas de acción de gracia”

       Además la medicina contra la inquietud no es la inacción, ni la apatía. Pablo así lo considera en Fil 4: 9 “haced…” y lo declara en el Salmo 81:10 (NTV) “Pues fui yo, el Señor tu Dios, quien te rescató de la tierra de Egipto. Abre bien tu boca, y la llenaré de cosas buenas”. El antídoto ideal contra la ansiedad es abrir el corazón a Dios. Los ruegos han de ser por todo, con devoción y reverencia, acompañadas de acción de gracia y con peticiones definidas y específicas, como lo muestra 1 Juan 5: 15 (NTV) “Entonces el hombre fue a ver a los líderes judíos y les dijo que era Jesús quien lo había sanado”

II. El Resultado

       Asì pues si el gozo  en el Señor reina en su corazón, si la generosidad es conocida de todos aquellos con quien uno tiene relación y si hay oración constante, el resultado será la paz.  Pablo comienza la próxima frase diciendo: “Y la paz que sobrepasa todo entendimiento…” Esta paz tiene su origen en Dios que la posee en su mismo ser y cuyo beneplácito es impartirla a quien se la pida. Es por consiguiente el don del amor de Dios, quien no solo la da sino que también la mantiene en todos los momentos de la vida.

       De acuerdo a Garrido (1981) “La paz es la sonrisa de Dios reflejada en el alma del creyente” (p.220). La paz en este contexto es el don divino que resulta de la gozosa meditación en los favores de Dios, de la generosidad mostrada con el prójimo y de la oración hecha con confianza en el poderoso Padre celestial. Tal como lo señala Isaías 26: 3 (NTV) “¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti; a todos los que concentran en ti sus pensamientos!”

Esta paz sobrepasa todo entendimiento

       El hombre con todo su esfuerzo intelectual, sus cálculos y cuidados no acaba de verse libre de preocupaciones, por ello es màs eficaz la paz de Dios. Por naturaleza el hombre está completamente incapacitado para entender plenamente la perfección de este don, que sobrepasa en valor a todos los demás que el hombre recibe de Dios. Una razón por la que este don es tan estimado es que “guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” Ello impedirá que la tristeza corroa el corazón del cual mana la vida, el conocimiento, la voluntad y el sentimiento. Impedirá también que la mente sea invadida por pensamientos indignos.

Conclusión

       En un mundo incrédulo y hostil a los cristianos el llamado es a permanecer firmes en la fe y a vivir en unidad, manteniendo una posición definida basada en sus convicciones. En tal sentido, el secreto de la verdadera bienaventuranza es la existencia de un gozo espiritual interno, en la manifestación de la generosidad para con todos y en el presentar confiadamente la necesidades a la atención de Dios.

       Lo cual debe hacerse de forma reverente, con sincera oración, humilde, suplicando, agradecida y definida, presentando peticiones concretas. El resultado, la paz de Dios incomprensible en su grandeza, guardará la puerta de los corazones y mentes de los cristianos, impidiendo el asalto de temores y las dudas. Quiero concluir con un trozo del poema de Harriet Beecher Stowe, tomado de Manantiales en el Desierto.

Cuando los vientos rugen en el mar abierto

Y las olas se levantan blandiendo su furia

Todavía podemos decir con gran acierto

Una paz infinita reina en mis adentros.

 

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