martes, 14 de julio de 2020

Una Triada Útil para leer la Biblia


"Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir (Observación) la ley de Jehová y para cumplirla (Aplicación), y para enseñar (Interpretación) en Israel sus estatutos y decretos" (Esdras 7:10)
Longenecker (1994) plantea que las cartas del Nuevo Testamento corresponden al género de las cartas reales que fueron enviadas con autoridad apostólica a varias congregaciones de creyentes cristianos y que reflejan muchas de las convenciones epistolares y retóricas de la época, las cuales según el autor se deben leer de tres maneras: devocional, homilética y académicamente, añadiendo que aun cuando cada una de estas lecturas es legítima por derecho propio, las tres deben reunirse para una comprensión adecuada. 
La lectura devocional. Longenecker (1994) afirma que para la mayoría de las personas, leer las cartas del Nuevo Testamento comenzó como una experiencia devocional. El enfoque de una lectura devocional es la dirección espiritual y la edificación. Se buscan temas doctrinales para entender mejor la fe; Se busca orientación moral para vivir mejor la vida. Este autor señala que la lectura devocional cumple con dos principios: (a) visibilidad de la Escritura, es clara en su mensaje básico y puede ser entendida por todos en cuanto al contenido esencial de ese mensaje y (b) efectividad del Espíritu para iluminar las Escrituras y dar testimonio de Cristo. Es decir, que la combinación de la Palabra. Es necesaria una lectura devocional de las cartas del Nuevo Testamento, para el cristiano individualmente y para la iglesia en forma corporativa, ya que alimentan el alma cristiana, es un medio que Dios usa para dar alimento espiritual a su pueblo, por ende de gran importancia para la salud espiritual de cada cristiano.
Lectura homilética. El enfoque de una lectura homilética de una carta del Nuevo Testamento es la proclamación, que tiene que ver con exponer claramente el mensaje de la carta, indicando su relevancia para el oyente y aplicando sus principios para la vida actual. La homilética tiene que ver con predicar a otros. Entonces, cuando los predicadores estudian una carta Nuevo Testamento, sus preocupaciones son (a) cómo capturar la centralidad del mensaje, (b) cómo traducir y empaquetar ese mensaje de una manera que sea clara y significativa para una audiencia en particular, y (b) cómo aplicar ese mensaje a las vidas de los dirigidos, pidiendo una respuesta de fe y acción. Longenecker (1994) añade que la lectura de manera homilética es necesaria y vital para los cristianos individualmente y para la iglesia de manera corporativa. Porque sin proclamación, el cristiano y la iglesia se estancan, siempre tomando pero nunca dando y advierte que esta debe estar en sintonía con las lecturas académicas, para verificar la propia interpretación y ampliar la propia comprensión.
Lectura académica. Permite una comprensión más profunda de las Escrituras y elevadas apreciaciones de la fe cristiana. La autoría, el destinatario (s), la cronología y las circunstancias de la escritura son parte integrante de cualquier lectura académica de una parte bíblica. Para ello el autor señala 8 partes: (1) historia de interpretación, como se ha entendido la carta en el pasado. (2) análisis de las estructuras y convenciones epistolares de la carta, comprender su estructura básica para comprender mejor su contenido. (3)  análisis de los modos retóricos de presentación y persuasión en la carta, identificar las correlaciones entre sus características retóricas con respecto a lo que se puede encontrar en otros escritos de la época y el desarrollo de su argumento frente a cómo se desarrollaron los argumentos en el mundo grecorromano en general y en el mundo judío en particular, mediante un análisis diacrónico. (4) exégesis propiamente dicha, con sus correspondientes disciplinas de lingüística comparativa e histórica (filología'). Aquí, el erudito se preocupa por el significado de las palabras, frases, modismos, expresiones y oraciones en el texto estudiado, tanto en cómo se utilizaron estas unidades del lenguaje en la época del autor como en cómo un autor determinado las formó para sus propios fines. (5) estudio comparativo de procedimientos y prácticas exegéticas judías. (6) identificación de materiales confesionales cristianos incorporados y el detalle de cómo se han utilizado estos materiales en el argumento de un escritor del Nuevo Testamento. (7) historiografía fenomenológica, es decir, la identificación y localización de temas similares y formas paralelas de ver las cosas en materiales aproximadamente contemporáneos y afines, con la esperanza de generar nuevas ideas interpretativas. (8) desarrollo del pensamiento y la expresión,  se desarrolla un argumento, rastrear desarrollos conceptuales y relaciones tanto dentro de una escritura particular y entre los escritos del Neo Testamentarios.
Tipos
Finalidad
Estructura
Definición
Devocional
(Edificación)
Dirección espiritual y la edificación. Las Escrituras alimentan el alma cristiana. Siéntese, reduzca la velocidad, e implore al Espíritu Santo que ablande su corazón hacia su alentadora (Rom. 15:04), nutritiva (Mateo 04:04), vivificante (Sal. 19:7), alegre (Sal. 19: 8), convincente (Heb. 4:12), santificante (Juan 17:17), y preciosa (Sal. 119:127) Palabra. La salud de su alma depende de ello.
1. Idea central del texto
2. Versículo clave
3. Enseñanzas principales
4. Aplicación personal del texto
5. Conclusiones
Reátegui (2020). Lectura de un texto bíblico para luego meditarlo en oración pidiendo a Dios la guía del Espíritu Santo para que le muestre su verdad con el propósito de alcanzar una vida en devoción íntima con el Señor.
Homilética
(Proclamación)
Se presta atención cuidadosa a la traducción, organización, y a la aplicación del pasaje a una audiencia particular. Sin la proclamación, el cristiano se estanca, siempre recibiendo pero nunca dando
La estructura depende del tipo de sermón de edificación o evangelístico, clases (textual, temático, biográfico, expositivo).
Para facilitar la exposición de un tema, generalmente se divide en puntos específicos. Vendrían a ser lo que llamamos Divisiones Mayores. Son los grandes aspectos que abordaremos Las Divisiones Menores son aquellos puntos que dan soporte a las Divisiones Mayores. Son los puntos que están relacionados con los primeros y que sirven para hacer una adecuada exposición.
Estudio Bíblico de una Carta:
a. Se hace un esquema general de la carta. 1. Tema 2. Fecha 3. Autor 4. Circunstancias históricas 5. Motivos.
b. Metodología:
1. Personajes de la carta, indicando la acción de cada uno de ellos. 2. Por elaboración de contraste (ley y gracia). 3. Siguiendo las indicaciones referentes a las siguientes personas o incidentes. 3.a. Qué se dice de Dios. 3.b. Qué se dice de Cristo. 3.c. Qué se dice del Espíritu Santo. 3.d. Qué se dice de la Iglesia. 3.e. Qué se dice del Evangelio. 3.f. Qué se dice del Pecado. 4. Mediante una síntesis (análisis). 5. Por medio de exégesis.
Arte de la predicación y disciplina que se encarga de su estudio.
Académica
(Interpretación)
Lleva a los creyentes a una comprensión más profunda de la Escritura y a mayor apreciación de su fe.
Villegas (2019) Significado del pasaje que se estudia. Es el proceso y las reglas mediante los cuales se determinan tanto el mensaje como el significado del texto bíblico. Algunas preguntas claves son ¿Qué significa? ¿Cuál es su importancia? ¿Por qué Dios incluye esto en su palabra? ¿Cuál es el propósito de este mensaje? ¿Cómo intento el escritor original dar entender sus palabras? ¿Cómo concuerda esto con las demás partes de la escritura y mantiene la armonía?. implica comprender la situación y la gente bíblica original, identificar el mensaje comunicado a esa gente en ese tiempo, formular un principio (puede ser una advertencia, promesa o desafío) que resume estos hechos y que se aplicaría a una situación similar en cualquier época. Implica examinar cuidadosamente los datos de la observación para encontrar los claves
Investigación, estudio, conocimiento, profundidad.
Requiere tiempo y dedicación, empleo de herramientas: diccionarios, concordancia, mapas, enciclopedias, conocimiento de los idiomas originales (hebreo, y griego), historia, contexto, expresiones y oraciones: permite ubicar y desentrañar lo que no se conoce.
Abarca la crítica textual, literaria (retorico, narrativo y semiótico), de los géneros, de las tradiciones y fuentes, de la redacción,
Longenecker  (1994) afirma que cada una de estas formas de lectura es legítima en sí misma, pero que las tres deben al final ser unidas para una comprensión adecuada. Al respecto, Smethurst (2014), señala que como pueblo de Dios debemos esforzarnos para hacer confluir estos tres enfoques en nuestra lectura de la Biblia con el fin de cultivar un enfoque más equilibrado a su preciosa Palabra.
Algunos métodos para leer la Biblia de manera intercolaborativa
La lectura comunitaria de la Biblia rompe con la dicotomía lector profesional / lector común. La mirada del otro y de la otra permite encontrar en el texto lo que mi mirada no encuentra. Por eso la multiplicidad de personas, es necesaria para producir todas las dimensiones del significado. Algunos métodos para esta práctica se mencionan a continuación:

Método
Pasos
Base Bíblica

Llovizna
(Leer y comentar versículo por versículo)
1. Escoger un texto bíblico. Leer el texto escogido (versículo por versículo en forma circular);
2. Comentar el texto (narrarlo con nuestras propias palabras y expresar lo que hemos entendido. Lo que dice uno hace pensar a otro y así se recalca o se complementa y a veces hasta se contrapone)
3.Extraer el mensaje del texto;
4. Oraciones espontáneas para agradecer a Dios cada gota de agua viva que nos ha dado a lo largo de nuestro caminar.
5. Compartir en la plenaria lo que se ha comentado en grupo.
“porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié” (Isaías 55: 10- 11).

Buena Noticia
1.Escoger un texto;
2. Leer atentamente el texto escogido (¿qué buena noticia hay en este texto? Meditamos en silencio. Volvemos a leer el texto y anotamos todas la Buenas Noticias que encontremos.
3. Seleccionar las Buenas Noticias que el grupo considere la más importante para analizarla con profundidad.
4. Buscar en el texto escogido los hechos y palabras de Jesús que la afirmen y la confirmen, y formularse las preguntas:
¿Por qué es Buena esta Noticia?
¿Para quiénes es Buena esta Noticia?
¿Quiénes no aceptan, ni cumplen esta Buena Noticia?
Aceptar, cumplir, anunciar la Buena Noticia (compromisos concretos)
5. Oraciones espontáneas para recordar y agradecer las Buenas Noticias recibida
“¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no si no fueren enviados? Como está escrito: ¡cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! (Romanos 10: 14- 15).

Morral
(lleva lo necesario para el camino)
Buscar en la porción de la palabra seleccionada:
¿Qué hacen los personajes del texto?
¿Cómo actúan?
¿Qué nos enseñan?
¿Cómo ilumina todo esto nuestra vida?
“No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsa que no se envejezcan, tesoros en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye. Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Lucas 12: 32- 35).
Tres pasos
(ver, pensar y actuar)
Juzga la situación a la luz de la fe y de la Palabra de Dios; y finalmente planifica y realiza las acciones.
1.         Partimos de un texto bíblico escogido o señalado:
2.         Ver a las personas que aparecen (VER), lo que hacen o dicen (OÍR). Leer atentamente el texto completo.
3.         Reflexionamos sobre lo que hemos visto y oído en el texto: formulamos una serie de preguntas, se sugiere que éstas comiencen con ¿Por qué? y ¿Para qué?
-¿Por qué las personas que encontramos en la lectura harían esos hechos y dirían esas palabras?
-¿Para qué nos sirven las experiencias y ejemplos de esas personas?
-¿Qué palabras nos llaman más la atención? ¿Por qué?
-¿Cuál es el mensaje central que encontramos?
-¿Por qué nos da luz para juzgar nuestra propia realidad de hoy?
-¿Cómo vamos a vivir, practicar esta lectura?

“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;..” (Mateo 7: 24- 26)
Teatro Bíblico
(representar el relato)
1.         Escoger un texto para estudiar y representar;
2.         Leer y estudiar detenidamente el texto: encontrar e identificar a los personajes: ¿qué personajes aparecen? ¿qué hacen? ¿qué dicen? Leer nuevamente con mayor atención sus acciones y palabras; interpretamos lo que hemos visto y oído en la lectura, ¿cuál es el significado de todo esto? ¿cuál es el mensaje que Dios nos quiere dar en esta Palabra?
3.         Preparar la representación: (aclarar si es mudo o hablado) Los miembros del grupo se ofrecen o son invitados a representar los papeles de los personajes que aparecen en el texto, van repasando el orden de las escenas, cada actor comenta lo que hace y dice su personaje.
4.         Hacer la representación teatral: preparar el espacio, no dar la espalda al público a la hora de actuar, modelar la voz, hacer ademanes, actuar con naturalidad.
5.         Abrir un diálogo con el público: responder preguntas aclaratorias de lo representado. Tratar de resumir el significado y el mensaje del texto
“Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a morar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos. El nombre de aquél varón era Elimelec, y el de su mujer, Noemí; y los nombres de sus hijos eran Mahlón y Quelión, efrateos de Belén de Judá. Llegaron, pues, a los campos de Moab, y se quedaron allí. Y murió Elimelec, marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos, los cuales tomaron para sí mujeres moabitas; el nombre de una era Orfa, y el nombre de la otra, Rut; y habitaron allí unos diez años” (Rut 1: 1- 4).
Palabra Clave
(Llave)
Partimos del pre- texto, la realidad del mundo y pasamos al texto, el tejido de letras y palabras escritas para sacar el mensaje y volvemos al contexto de la comunidad para celebrar la lectura de la Vida y de la Biblia.
Tratamos de descubrir cómo se comunica o revela Dios a su pueblo. Buscamos cuál es el mensaje del texto para el pueblo de aquel tiempo, y la posición que se toma ante el conflicto. De ahí buscamos actualizar el texto, aplicarlo al ahora.
“Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas” (Deuteronomio 22: 14).
Entrevista
(Diálogo Vivo)
Los entrevistadores salen desde su situación actual y llevan muy presente la realidad que viven, para ir a entrevistarse con los personajes bíblicos: conocer su vida, intercambiar experiencias, traer algún mensaje. Los entrevistados responden desde el pasado. Las respuestas las van sacando del mismo texto.
Para realizar la entrevista sugerimos las siguientes preguntas básicas:
¿Cómo se llama usted?
¿Dónde vive?
¿A qué se dedica? ¿Por qué se dedica a esto?
¿Cuáles son los principales problemas de su tiempo? (en lo político, económico, social e ideológico).
¿Quién es Dios para usted?
¿Qué concepto tienen los demás de usted?
¿Alguna experiencia de su vida que lo ha marcado?
“Y Amasías dijo a Amós: Vidente, vete, huye a tierra de Judá, y come allá tú pan, y profetiza allá; y no profetices más en Bet- el, porque es santuario del rey, y capital del reino. Entonces respondió Amós, y dijo a Amasías: No soy profeta, sino que soy boyero, y recojo higos silvestres. Y Jehová me tomó de detrás del ganado, y me dijo: Ve y profetiza a mi pueblo Israel” (Amós 7: 11-15)
Meditación
(reflexión)
La meditación tiene tres momentos especiales:
-Repetir, masticar el texto para exprimir su jugo y descubrir su significado;
-Dialogar: conversar con el mismo autor de la Palabra, con Dios, es el mejor modo de conocer y comprender lo que Él nos quiere decir. En ese diálogo se van aclarando las cosas y compenetrando en el mensaje.
-Actualizar: escuchar lo que Dios nos habla hoy.
Ir leyendo pausadamente mientras nos imaginamos a los personajes y los lugares, oímos sus palabras, disfrutamos sus silencios, sus estados de ánimo.
Finalmente hacemos una lista de las acciones positivas inmersas en el texto y que podemos llevar a la práctica.
¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, porque siempre están conmigo. Más que todos mis enseñadores he entendido, porque tus testimonios son mi meditación (Salmo 119: 97- 99).

Referencias
Longenecker, R. (1994). Sobre la lectura de una carta del Nuevo Testamento: devocional, homilético y académico. Documento en línea. Disponible en: https://biblicalstudies.org.uk/
Marroquinin, R. (2015). Metodologías de lecturas populares de la Biblia. www.lupaprotestante.com
Reátegui, V. (2020). Método de Estudio Bíblico Devocional. Documento en línea. Disponible en: https://www.academia.edu/ https://ministeriomtv.blogspot.com/
Smethurst, M. (2014). 3 maneras comunes de leer las Escrituras. Documento en línea. Disponible en: www.coalicionporelevangelio.org
Villegas, C. (2019). Métodos y Técnicas de Estudio Bíblico. Maracay: IBICEM

















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