Yo soy abogada de profesión y
docente de vocación. Durante mis estudios de pregrado tuve toda clase de
Docentes que me motivaron e hicieron nacer en mí el anhelo de impartir clases
en la Universidad. Específicamente en la Escuela de Derecho. Cuando cursaba mi
primer año de la carrera en la Universidad Santa María tuve una profesora
excelente, con una presencia imponente, impecablemente vestida, con un discurso
coherente, asertivo y con excelente manejo de la terminología jurídica, bella,
preparada, integra y yo aprendí tanto de ella que siempre pensaba cuando me
gradue quiero dar clases y ser tan buena como mi admirada profesora Esther
Bigott de Loaiza, también en ese mismo año tuve otra profesora con
características menos deseables, despectiva con los estudiantes, hacia
preguntas capciosas, siempre esperando que nadie fuera capaz de responderlas y
yo pensaba cuando me gradue de abogado quiero dar clases para resarcir el daño
psicologico que ocasionan docentes como esta, que por etica no voy a nombrar.
Dos años más adelante tuve el honor de tener como profesora a una persona de
una gran calidad humana a la par de una gran preparación la Dra. Marisol
Grateron, y pensé quisiera explicar de manera tan diafana como lo hace ella.
Unos años después tuve como docente a la abogada Milagros Hernández de Sojo
Bianco, exigente y motivadora, luego me vine a vivir a Maracay y culmine mis
estudios en la Unviersidad Bicentenaria de Aragua, donde se reafirmo en mí el
deseo de dar clases al graduarme de abogada, pero ya con una meta más
específica, un sueño, un anhelo, ser docente de la Escuela de Derecho de la
Universidad Bicentenaria de Aragua, la Gloria y Honra sea para Dios mi deseo se
hizo realidad y aun en dimensiones inimaginables soy docente de pre y
postgrado, tutora y jurado de tesis en pre y postgrado, he tenido el honor de
firmar el titulo de muchos de mis estudiantes, mis queridos...a los que he
enseñado y de los que he aprendido. Tuve docentes excelentes, hoy en día
colegas todos, y algunos buenos amigos, sin dejar de sentir admiración, respeto
y agradecimiento por lo que me enseñaron no quisiera mencionarlos para no pecar
por omisión pero también no hacerlo seria pecar. Así que mencionare a aquellos
que más me marcaron Carlos Gámez, Eumelia Velazquez, Giovanni Scarvacci, Aura
Suárez, y mi profe Miriam Paredes, gracias a sus excelentes clases de Derecho
Laboral cuatro, nació mi motivación para inscribirme en la Maestría de Derecho
Laboral donde todos los facilitadores aportaron algo en mi desarrollo personal,
profesional y docente pues además del contenido propio yo les observaba
buscando aquellas características que en el ejercicio de la Docencia quisiera
imitar. Destacan entre ellas las Dras. Alizia Agnelli y Alicia Ramírez de
Castillo. En el Diplomado de Formación Pedagógica para No Docentes todos mis
profesores contribuyeron a mi formación y modelaje como docente universitario
destacaron entre ellos la Dra. Nancy Schavino y la profa. Ivonne Ballesteros,
en quien no sólo halle aspectos profesionales a imitar sino también personales.
En el proceso de docente en el área de investigación las Excelentisimas
Doctoras Crisáldia Villegas, Yudith Buitriago y Aura Díaz de Perales, cada una
con su estilo particular y sus conocimientos y estilos propios me han nutrido
como docente e investigadora. En la actualidad en mi Doctorado observo a mis
facilitadores y compañeros doctorantes acuciosamente buscando en ellos esas
características que les hace especiales y que quisiera atesorar. El fruto han
sido cinco años de carrera docente con muchos estímulos, aciertos, y
bienaventuranzas, en el que muchos de mis estudiantes y tesistas, muchos de
ellos ya colegas se han hecho mis amigos, algunos hasta los he recibido en el
postgrado anhelando verlos después en el Doctorado. Creo que entre mis
fortalezas como docente es el amor y la pasión por Dios, el Derecho y la
Enseñanza del Derecho, estar abierta a escuchar a mis estudiantes, y colegas.
Mis debilidades la parte administrativa de la academia con énfasis en el
llenado de planillas de asistencias propias, así como en aspectos relativos al
cumplimiento cabal de la planificación. La oportunidad que me di cuenta de
ello, y por ende lo debo y lo puedo mejorar. La expectativa de hacer cada día
una nueva y mejor cristiana, madre, hija, persona, abogada, docente y amiga.
Agradecida con Dios, con la vida, con mis profesores y mis estudiantes. No
puedo terminar estas líneas sin nombrar a mi principal ideal, y ejemplo a seguir, el modelaje más
importante en mi vida personal y profesional y particularmente en mi vida como
docente mi madre la Doctora Crisálida Villegas, una excelente docente y
persona, emprendedora, creativa, firme pero abierta, que busca superarse cada
día a sí misma, incasable, que no se conforma, que detesta la mediocridad y
busca la excelencia que estudia cada día, que se prepara cada día y que siempre
cree que puede seguir aprendiendo. Dios te bendiga grandemente con toda clase
de ricas bendiciones.
sábado, 18 de mayo de 2013
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