lunes, 24 de noviembre de 2025

Creer y Confesar. Dos Caras de la Fe Salvadora

 https://youtu.be/wQ_k9wyLqNc

Introducción

Alguna vez te han preguntado ¿Cómo me vuelvo cristiano?. Quizás hayas escuchado la respuesta: haz esta oración….repite conmigo.  Pero ¿Qué significa eso realmente?.  ¿Es solo repetir una oración?... cuando es común ver personas que hicieron la oración y, sin embargo, continúan con su vida igual, no hay cambio, no hay transformación, no se congregan, otras que habiendo hecho la oración y congregándose, se niegan a bautizarse. Hoy descubriremos que significa realmente. Es por ello, que he titulado este mensaje

Creer y Confesar. Dos Caras de la Fe Salvadora

    El cual tiene su base bíblica en el Libro de Romanos capítulo 10 versículos del 9 al 13. Leámoslo juntos en la versión Reina Valera (RVR, 1960)

     "9ª Que, si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y 9b creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, 9c serás salvo. 10Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. 11Porque la Escritura dice: Todo aquel que en él cree no será avergonzado. 12Porque no hay diferencia entre judío y griego, porque el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; 13porque todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo”.

Como podemos, ver el primer principio que presenta el pasaje es:

1. La Confesión: Una Proclamación Pública (v9a) del cual se desprenden dos aspectos: el órgano del cuerpo y el objeto de la confesión. Así vemos que la primera parte del versículo señala:

-Si confesares con tu boca. Confesar significa "decir lo mismo que Dios dice acerca de Jesús". Es estar de acuerdo con la verdad de quién es Él. Implica un acuerdo consciente y una proclamación pública. No es un secreto.

- ¿Qué es lo que se confiesa? Que Jesús es el Señor. Significa reconocer y declarar que Jesús tiene toda autoridad sobre tu vida, tu trabajo, tus relaciones, tus finanzas. Es rendirte total y absolutamente ante El, ante su soberanía.

Y como se aplica eso para nosotros en la actualidad Confesar a Jesús hoy no es solo decir soy cristiano en la iglesia. Es vivir bajo su señorío en el trabajo, en la familia, en las redes sociales. Es una proclamación valiente de que Él es el Rey de reyes. Pregúntese en esta mañana si ¿Su vida confiesa que Jesús es el Señor de todo?. El segundo principio que nos presenta el pasaje es

2. La Creencia. Una Fe Personal (v9b) vemos entonces que este principio comprende tres aspectos: la creencia, el órgano y lo que se cree

-Y creyeres. La fe no es solo conocer los hechos. No es solo un asentimiento intelectual. Va mucho más allá. Es confiar, apoyarse, depender completamente. Es una fe que involucra toda la persona. Por ello, el segundo aspecto es

-En tu corazón.  Que representa el centro de la voluntad, las emociones, el intelecto de la persona. Es la sede de la fe auténtica. ¿Pero fe en que exactamente?    

-Que Dios le levantó de los muertos. La resurrección es el sello de Dios sobre la obra de Cristo. Prueba que su muerte pagó por nuestros pecados y que Él venció a la muerte. Creer en la resurrección es confiar en un Salvador vivo, no en un maestro muerto.

Aplique este versículo y reflexiones como es su fe en Jesús ¿Es únicamente conocimiento histórico o es una confianza personal en un Jesús vivo? ¿Dependes ud de Él para el perdón, para la fuerza, para la vida eterna? La fe del corazón es una convicción profunda de que Él está vivo y actúa hoy. El tercer principio establece la consecuencia inmediata de los dos primeros

3. El Resultado: Una Salvación Completa (v9c-10)

-Serás salvo. Creer. Confianza plena en la resurrección de Jesucristo

Confesar. Proclamación pública del señorío de Cristo que evidencia una fe genuina. Es decir, la dinámica interna y externa de la fe

-Para Justicia. La fe interna, la confianza del corazón, es el instrumento por el cual recibimos la justicia, es decir, el estado de ser declarados justos ante Dios. Esto apunta a nuestro estatus legal delante de Él (justificación). La fe interna nos lleva a la justicia. Dios nos declara "justos" (inocentes) delante de Él. Es un veredicto legal instantáneo. Somos perdonados y aceptados. ¡Esto es gracia!.

-Para Salvación. La confesión externa y pública es la evidencia natural y necesaria de esa fe interna. No es que la confesión gane la salvación, sino que es la culminación y el fruto visible de una fe genuina. Aquí la palabra Salvación engloba la experiencia total y final de la redención, que incluye la justificación. La confesión pública es el primer paso en una vida de discipulado que Dios usa para llevar a cabo esa salvación en nosotros. Significa ser rescatado, liberado, preservado del peligro.

La salvación es el paquete completo: fuimos salvados (justificación), estamos siendo salvados (santificación) y seremos salvados (glorificación).

Aplicación: Dios no solo quiere salvarte del infierno, darte la vida eterna; quiere salvarte para que tengas una vida de propósito, bajo el señorío de Cristo. La confesión es el puente entre la justificación privada y la vida de salvación pública.

El cuarto principio es

4. La Garantía: Una Salvación que no defrauda (v. 11) este comprende tres aspectos.

-Todo aquel. La salvación no está restringida a una etnia, un linaje o una observancia legal específica. Rompe todas las barreras humanas y enfatiza la universalidad de la oferta del evangelio.

-Que en él cree. El objeto de esta fe es crucial: "en El". En Jesús, el Señor resucitado (Jesucristo). La fe se coloca en la persona y la obra de Jesús: Su muerte y resurrección por nuestros pecados.

-No será avergonzado. Implica no quedar frustrado, sentirse fracasado o desilusionado por haber confiado en algo inseguro. Él es la roca probada donde la fe nunca será defraudada.

-Aplicación: ¿Alguna vez has temido que tu fe en Cristo te lleve a desilusión? La Escritura es clara: quien cimenta su vida sobre Él nunca experimentará la vergüenza del que confió en algo que falló. En el juicio final, en la muerte, en la crisis, tu fe probará estar bien fundada.

El quinto principio

5. El Alcance: Una Salvación sin barreras (v. 12)

-No hay diferencia. Esta declaración subvierte toda distinción religiosa. El sistema de la ley creaba separación (judío/gentil), pero el evangelio la elimina. La misma fe que salva al judío salva al griego. la identidad de Cristo (Señor de todos) determina el alcance del evangelio (para todos). Universal

-El mismo que es Señor de todos. El título Señor aplicado a Jesús afirma su soberanía universal.

-Es rico para con todos. Su gracia no es recurso escaso. Describe la abundancia de su misericordia. No se diluye por el número de personas que a ella acuden.

-Aplicación: El evangelio destruye todo orgullo racial o religioso. Nadie puede alegar superioridad espiritual, ni sentirse excluido. La riqueza de Cristo es suficiente para el fariseo más legalista y para el pagano más alejado. ¿Miras a otros como menos dignos del evangelio? ¿O te sientes tú mismo descalificado? En Cristo, no hay diferencia.

El sexto y último principio que se desprende del pasaje es

6. El Mecanismo: Una Salvación por Invocación (v. 13)

-Todo aquel que. Expresión de máxima inclusividad. No excluye a persona alguna.

-Invoque. Más que una exclamación, es un reconocimiento de autoridad y un clamor de dependencia. Es la fe expresada en oración.

-Será salvo. Verbo en futuro pasivo que garantiza el resultado. La salvación no es posibilidad, sino certeza divina.

Aplicación: ¿Cómo se recibe esta salvación? No por méritos, sino por invocación. Es el grito del corazón que dice: "Señor Jesús, sálvame". Es la unión práctica de creer (fe interna) y confesar (invocación externa). La promesa es absoluta: será salvo. ¿Has invocado así el nombre del Señor?.

 

 Conclusión

Este pasaje presenta el cuadro completo de la fe salvadora

1.La confesión. Una proclamación pública

(Evidencia) (reconocimiento externo de su señorío (v. 9),

2.La creencia. Una fe personal

(Convicción) Que Jesucristo es el Señor Resucitado (v.9)

3.El resultado. Una salvación completa

(Justificación / Transformación) (v.10)

4.La garantía. Una salvación que no defrauda

(Segura) (nunca defrauda, v. 11)

5.El alcance. Una salvación sin barreras

(Universal) (no hace acepción de personas, v. 12),

6. El mecanismo. Una salvación por invocación

(Accesible) (se recibe invocando su nombre, v. 13).

Preguntas de Reflexión

¿Has creído de verdad?

¿Has depositado tu confianza total en Cristo?

¿Tu fe es visible en tu vida cotidiana?

¿Temes que tu fe te falle?

¿Dudas si Cristo puede salvar a alguien como tú?

Llamado a la fe genuina

¿Invocarás hoy el nombre del Señor?

-Si nunca lo has hecho, hoy puedes, por el Espíritu Santo, creer en tu corazón y confesar con tu boca. Serás salvo. No porque hayas dicho palabras perfectas, sino porque te has aferrado a un Salvador perfecto.

La invitación permanece abierta: "Todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo". Este "todo aquel" te incluye a ti. Esta "salvación" es tu herencia. Esta invocación es tu puente a la vida eterna. ¿Invocarás hoy su nombre?

Oración Final

Oremos por todo aquel que no aun no confesado a Jesús como su Salvador, le invito a que pase aquí adelante y de forma pública confíense y crea hoy es la hora de su salvación, de ese paso de fe y tome la decisión de recibir el regalo eterno de la gracia.

Oremos por aquellos que una vez caminaron con Cristo, pero se han apartado, sabiendo que el Señor no ha dejado de amarle, este es el momento de dar media vuelta. Él está con los brazos abiertos para restaurar cada área de su vida.

Oremos por todos aquellos que, aun sirviendo, siente que su llama se apaga y ha perdido el primer amor, clamemos al Señor por un avivamiento personal. Que el Espíritu Santo reavive la pasión, la adoración y la devoción en su interior, renovándole por completo.

Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo sean con cada uno de ustedes, guiándoles, sosteniéndoles y transformándoles desde hoy y para siempre. Amén.

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